Llega la Semana Santa, nos volvemos muy buenos, pero no nos acordamos de las personas a las que explotamos laboralmente, no de nuestras obligaciones de impuestos incumplidas. Tópico los vendrá a la mente el odio hacia los vecinos, lo descuidados que tenemos a nuestros progenitores sin que se puedan valer.
Curioso.
Curioso.