OCAÑA: Me quedo con Platón y Sócrates, por supuesto.

Para Platón un gobierno justo debería estar en manos de personas con la virtud de la sabiduría; respaldado por guerreros cuya virtud sea la fortaleza y constituido por una gran parte de pobladores dedicados a la artesanía o a la agricultura, moderados en sus hábitos y con la virtud de la templanza.
Los intereses de la mayoría deberían ser considerados más importantes que los individuales que se limitarán a trabajar y a disfrutar de sus bienes.
En tanto que la vida de los dueños del poder, como la de los guerreros debería ser muy austera, sin posibilidad de amasar fortunas ni administrar bienes propios, que para Platón son los que corrompen a la gente.
La mujer sería considerada semejante al hombre con tareas más ligeras, pudiendo acceder a la misma educación, mientras los hijos serán cuidados por la comunidad para liberarlas de esas tareas.
Los que demuestran ser menos dotados serán educados en forma elemental y se convertirán en los futuros productores, mientras los más aptos continuarán una educación más amplia.
Pero lo más importante en esa república será la justicia que se ejercerá enérgicamente, con autoridad.
En Platón como en Sócrates, los valores morales son el fundamento de una sociedad justa.
También Aristóteles propone una sociedad ideal para lograr un orden político estable, reconociendo que el trabajo manual resulta degradante porque tiende a concentrar al hombre sólo en su tarea y en los beneficios que le reporta.
En Oriente, Confucio (-551 al -459), a. de C., decía que la sociedad no podía conseguir armonía política o civil hasta que su pueblo consiguiera armonía moral en su interior.
Confucio estaba convenido que el comportamiento del hombre para enfrentar las relaciones sociales es determinante de su destino.
Para Confucio el hombre es realmente humano cuando comprende las necesidades de los demás cuando se relaciona con los otros; y esta forma de actuar la debería extender a todo el mundo y también a la naturaleza.
Confucio era básicamente un maestro y enseñaba al pueblo chino que la felicidad del hombre reposa en la tradición, la autoridad y la obediencia.
La sociedad debe ser ordenada estrictamente y cada individuo tendrá obligaciones respecto a sus superiores y responsabilidades respecto a sus subalternos.
El Confucianismo es un método para organizar una sociedad estable y vivir una vida feliz.

Me quedo con Platón y Sócrates, por supuesto.