Santa Gema Galgani, 11-4-2013
Gema Galgani, fue una joven y mística pasionista italiana que nació en Camigliano (Italia), el 12 de marzo de 1878. Era una de los hijos del boticario Emilio Galgani y su esposa Aurelia Morelli, quien murió cuando ella tenía siete años. Quedó huérfana a los 18 años, y tras ayudar a su tía a criar a sus hermanos menores y rechazar a dos pretendientes atraídos por su no... table belleza física, fue contratada como ama de llaves por la familia Giannini, que le tomó mucho cariño y prácticamente la adoptó. Con ellos, Gema se trasladó a la ciudad de Lucca y allí llevó una vida muy retirada, serena y obediente a las directivas del padre espiritual y de las Hermanas pasionistas que se preocuparon de ella; allí se hizo amiga de la Venerable María Eugenia Giannini, más tarde también pasionista italiana. Después de la muerte de su amiga, sería la fundadora de la Congregación "Hijas de Santa Gema".
La historia de esta santa, tan cercana a nosotros por el tiempo y por las costumbres de la vida cotidiana, tiene cosas increíbles por los fenómenos místicos de que fue protagonista.
Gema se caracterizó no solo por su piedad, se destacó también por su amor a Cristo y la Eucaristía, y es sobre todo, una de las primeras mujeres estigmatizadas del siglo XX, junto con la alemana Teresa Neumann.
En ciertos períodos de su atormentada vida soportó vejámenes de toda clase. El demonio se le aparecía hasta bajo la figura del confesor para sugerirle obscenidades. Otras veces se le aparecía como un ángel luminoso; cuando se veía desenmascarado, desaparecía en una gran llama roja dejando en el suelo una estela de ceniza. A veces la golpeaba y la dejaba exánime en el suelo, en donde la encontraban con el rostro tumefacto y con los huesos dislocados. Pero la animaba a menudo la compañía de Cristo, de la Virgen y de su Ángel Custodio. A su Ángel de la Guarda, alguna que otra vez le pedía que le llevase recados si estaba demasiado ocupada, generalmente enviando cartas al correo que iban destinadas a su director espiritual.
Así narró ella misma, por obediencia, los acontecimientos que precedieron el misterioso fenómeno de los estigmas: “Era la noche del 8 de junio de 1899, cuando de repente siento un dolor interno de mis pecados... Apareció Jesús, con todas las heridas abiertas; pero de esas heridas ya no salía sangre, sino que salían unas como llamas de fuego, que vinieron a tocar mis manos, mis pies y mi corazón. Creí morir...”. Las llagas que se habían abierto aparecían, en las manos y los pies, cada semana de las ocho de la noche del jueves hasta las tres de la tarde del viernes, acompañadas con el éxtasis, por al menos tres años. Ante estos fenómenos misteriosos, que fueron pronto motivo de curiosidad de los vecinos de Lucca en donde vivía Gema, la gente comenzó a llamarla: “la niña de la gracia”.
Muchacha de delicada salud, a los 20 años Gema se curó milagrosamente de una grave meningitis; ella atribuyó su curación a San Gabriel de la Dolorosa, entonces Venerable, a quien le había rezado fervorosamente mientras recibía tratamiento. Esa misma mala salud no permitió que fuese aceptada como religiosa Pasionista, pero igualmente recibe los honores correspondiente a la Orden y es especialmente popular entre sus adherentes.
Gema murió, probablemente de tuberculosis, en Lucca, el 11 de abril de 1903 (Sábado Santo), a la edad de 25 años, y fue beatificada por el Papa Pío XI el 14 de mayo de 1933, en la Basílica de San Pedro. Canonizada por el Papa Pío XII el 2 de mayo de 1940, se convirtió así en la primera santa italiana del siglo XX. Su canonización afrontó la firme oposición de aquellos que deseaban evitar se diera atención a sus visiones y estigmas.
Sus restos mortales descansan en el Santuario Pasionista de su localidad, Lucca (Italia), donde se congregan cada año miles de peregrinos.
La fiesta principal de Santa Gema Galgani, según el calendario litúrgico de la Iglesia Católica es el día 11 de abril y el 14 de mayo, en recuerdo de su beatificación. En los santuarios se acostumbra a celebrar los días 14 de cada mes, con misas, bendiciones de niños, de enfermos, veneración de reliquias, entre otras prácticas. También se festeja el 16 de mayo (Fiesta de los Pasionistas).
Gema Galgani, fue una joven y mística pasionista italiana que nació en Camigliano (Italia), el 12 de marzo de 1878. Era una de los hijos del boticario Emilio Galgani y su esposa Aurelia Morelli, quien murió cuando ella tenía siete años. Quedó huérfana a los 18 años, y tras ayudar a su tía a criar a sus hermanos menores y rechazar a dos pretendientes atraídos por su no... table belleza física, fue contratada como ama de llaves por la familia Giannini, que le tomó mucho cariño y prácticamente la adoptó. Con ellos, Gema se trasladó a la ciudad de Lucca y allí llevó una vida muy retirada, serena y obediente a las directivas del padre espiritual y de las Hermanas pasionistas que se preocuparon de ella; allí se hizo amiga de la Venerable María Eugenia Giannini, más tarde también pasionista italiana. Después de la muerte de su amiga, sería la fundadora de la Congregación "Hijas de Santa Gema".
La historia de esta santa, tan cercana a nosotros por el tiempo y por las costumbres de la vida cotidiana, tiene cosas increíbles por los fenómenos místicos de que fue protagonista.
Gema se caracterizó no solo por su piedad, se destacó también por su amor a Cristo y la Eucaristía, y es sobre todo, una de las primeras mujeres estigmatizadas del siglo XX, junto con la alemana Teresa Neumann.
En ciertos períodos de su atormentada vida soportó vejámenes de toda clase. El demonio se le aparecía hasta bajo la figura del confesor para sugerirle obscenidades. Otras veces se le aparecía como un ángel luminoso; cuando se veía desenmascarado, desaparecía en una gran llama roja dejando en el suelo una estela de ceniza. A veces la golpeaba y la dejaba exánime en el suelo, en donde la encontraban con el rostro tumefacto y con los huesos dislocados. Pero la animaba a menudo la compañía de Cristo, de la Virgen y de su Ángel Custodio. A su Ángel de la Guarda, alguna que otra vez le pedía que le llevase recados si estaba demasiado ocupada, generalmente enviando cartas al correo que iban destinadas a su director espiritual.
Así narró ella misma, por obediencia, los acontecimientos que precedieron el misterioso fenómeno de los estigmas: “Era la noche del 8 de junio de 1899, cuando de repente siento un dolor interno de mis pecados... Apareció Jesús, con todas las heridas abiertas; pero de esas heridas ya no salía sangre, sino que salían unas como llamas de fuego, que vinieron a tocar mis manos, mis pies y mi corazón. Creí morir...”. Las llagas que se habían abierto aparecían, en las manos y los pies, cada semana de las ocho de la noche del jueves hasta las tres de la tarde del viernes, acompañadas con el éxtasis, por al menos tres años. Ante estos fenómenos misteriosos, que fueron pronto motivo de curiosidad de los vecinos de Lucca en donde vivía Gema, la gente comenzó a llamarla: “la niña de la gracia”.
Muchacha de delicada salud, a los 20 años Gema se curó milagrosamente de una grave meningitis; ella atribuyó su curación a San Gabriel de la Dolorosa, entonces Venerable, a quien le había rezado fervorosamente mientras recibía tratamiento. Esa misma mala salud no permitió que fuese aceptada como religiosa Pasionista, pero igualmente recibe los honores correspondiente a la Orden y es especialmente popular entre sus adherentes.
Gema murió, probablemente de tuberculosis, en Lucca, el 11 de abril de 1903 (Sábado Santo), a la edad de 25 años, y fue beatificada por el Papa Pío XI el 14 de mayo de 1933, en la Basílica de San Pedro. Canonizada por el Papa Pío XII el 2 de mayo de 1940, se convirtió así en la primera santa italiana del siglo XX. Su canonización afrontó la firme oposición de aquellos que deseaban evitar se diera atención a sus visiones y estigmas.
Sus restos mortales descansan en el Santuario Pasionista de su localidad, Lucca (Italia), donde se congregan cada año miles de peregrinos.
La fiesta principal de Santa Gema Galgani, según el calendario litúrgico de la Iglesia Católica es el día 11 de abril y el 14 de mayo, en recuerdo de su beatificación. En los santuarios se acostumbra a celebrar los días 14 de cada mes, con misas, bendiciones de niños, de enfermos, veneración de reliquias, entre otras prácticas. También se festeja el 16 de mayo (Fiesta de los Pasionistas).