Nacido en Lydda, Palestina, la tierra de Jesús, era hijo de un agricultor muy estimado.
Entró al ejército y llegó a ser capitán. Se hizo famoso porque al llegar a una pequeña ciudad de Oriente se encontró con que un terrible caimán (o dragón o tiburón) devoraba a mucha gente y nadie se atrevía a acercársele. El pueblo sobrecogido de temor se disponía a huir, cuando San Jorge dijo que bastaba con que creyesen en Jesucristo para que el dragón muriese. San Jorge lo atacó valientemente y acabó con tan feroz animal. Y reuniendo a todos los vecinos que estaban llenos de admiración y de emoción, les habló de Jesucristo y obtuvo que muchos de ellos se hicieran cristianos.
Por entonces estalló la cruel persecución de Diocleciano y Maximiano, que mandaron que todos tenían que adorar ídolos o dioses falsos y prohibieron adorar a Jesucristo. Jorge declaró que él nunca dejaría de adorar a Cristo y que jamás adoraría ídolos y comenzó a alentar a los que vacilaban en la fe. Por ello recibió crueles castigos y torturas, pero todo fue en vano. Entonces el emperador declaró pena de muerte contra él, mandando decapitarle. De paso para el sitio del martirio le llevaron al templo de los ídolos para ver si los adoraba, pero en su presencia varias de esas estatuas cayeron derribadas por el suelo y se despedazaron.
A Jorge le martirizaron y mientras le azotaban, él se acordaba de los azotes que le dieron a Jesús, y no abría la boca, y sufría todo por Nuestro Señor sin gritar ni llorar. Muchos al verle exclamaban: "Es valiente. En verdad que vale la pena ser seguidor de Cristo". Cuando le iban a matar decía: "Señor, en tus manos encomiendo mi alma".
La sentencia que se llevó a cabo el 23 de abril del 303, pero cuando Diocleciano volvía del sitio de la ejecución fue consumido por un fuego o rayo bajado del cielo.
En todo caso, es muy probable que los cruzados, especialmente Ricardo I “Corazón de León”, volviesen de Tierra Santa con una idea muy elevada sobre el poder de intercesión de San Jorge en favor de los que le invocan y trajo su devoción a Europa.
En el año 494 San Jorge fue canonizado por el papa Gelasio I.
En el siglo IX aparece otra popular historia: San Jorge a caballo como vencedor de un dragón. Esta historia, que es parte de la leyenda dorada, también es conocida como «San Jorge y el dragón», y es el probable origen de todos los cuentos de hadas sobre princesas y dragones en Occidente.
Debe tenerse en cuenta que la leyenda se relata en diversas partes de Europa y Asia Menor como propia (e incluso en el Japón, donde se puede equiparar a Jorge con el dios del trueno Susano-oh, a la princesa con la doncella Kushinada y al dragón con Yamata-no-Orochi), así que los detalles varían según la tradición local.
La leyenda occidental medieval comienza con un dragón que hace un nido en la fuente que provee de agua a una ciudad. Como consecuencia, los ciudadanos debían apartar diariamente el dragón de la fuente para conseguir agua. Así que ofrecían diariamente un sacrificio humano que se decidía al azar entre los habitantes. Un día resultó seleccionada la princesa local.
En algunas historias aparece el rey, su padre, pidiendo por la vida de su hija, pero sin éxito. Cuando estaba a punto de ser devorada por el dragón, aparece Jorge en uno de sus viajes (a menudo a caballo), se enfrenta con el dragón, lo mata y salva a la princesa. Los agradecidos ciudadanos abandonan el paganismo y abrazan el cristianismo.
La historia, antiguamente considerada verdadera, ha sido abandonada progresivamente. Por otra parte, pocos dudan de que contenga un rico simbolismo religioso, para el que se han propuesto diversas interpretaciones.
Una antigua interpretación cristiana del mito: Jorge sería el creyente, el caballo blanco la Iglesia y el dragón representaría el paganismo, la idolatría, la tentación y Satanás.
San Jorge es o fue santo patrón y protector de diversos países, regiones y ciudades: la Corona de Aragón (Chordi), Inglaterra (George), Portugal, Georgia (su bandera actual es una Cruz de San Jorge y el escudo tiene una representación del santo a caballo matando al dragón), Lituania, Génova, Calabria, Barcelona (Jordi), Friburgo de Brisgovia, Moscú, Cáceres, etc. En la provincia de Toledo es patrón de Villanueva de Alcardete. Es uno de los santos caballeros, protector durante la Edad Media de este estamento. En Rusia se empleó como principal emblema de sus ejércitos. En Inglaterra y Provenza se usaba su nombre como grito de guerra. Varias órdenes militares portan su nombre o sus símbolos: la Orden de la Jarretera, la Orden Teutónica, la Orden de Calatrava, la Sacra Orden Constantiniana, la Orden de San Jorge de Alfama, entre otras. Igualmente es el santo patrono de los Boys Scouts. También es patrono de diversas profesiones y actividades: agricultores, soldados, arqueros, prisioneros, herreros, gentes del circo y montañeros, entre otros. También es protector de los animales domésticos. Su nombre es invocado contra las serpientes venenosas, las enfermedades de la piel, el herpes, la peste, la lepra y la sífilis, y en los países eslavos contra el mal de ojo.
Entró al ejército y llegó a ser capitán. Se hizo famoso porque al llegar a una pequeña ciudad de Oriente se encontró con que un terrible caimán (o dragón o tiburón) devoraba a mucha gente y nadie se atrevía a acercársele. El pueblo sobrecogido de temor se disponía a huir, cuando San Jorge dijo que bastaba con que creyesen en Jesucristo para que el dragón muriese. San Jorge lo atacó valientemente y acabó con tan feroz animal. Y reuniendo a todos los vecinos que estaban llenos de admiración y de emoción, les habló de Jesucristo y obtuvo que muchos de ellos se hicieran cristianos.
Por entonces estalló la cruel persecución de Diocleciano y Maximiano, que mandaron que todos tenían que adorar ídolos o dioses falsos y prohibieron adorar a Jesucristo. Jorge declaró que él nunca dejaría de adorar a Cristo y que jamás adoraría ídolos y comenzó a alentar a los que vacilaban en la fe. Por ello recibió crueles castigos y torturas, pero todo fue en vano. Entonces el emperador declaró pena de muerte contra él, mandando decapitarle. De paso para el sitio del martirio le llevaron al templo de los ídolos para ver si los adoraba, pero en su presencia varias de esas estatuas cayeron derribadas por el suelo y se despedazaron.
A Jorge le martirizaron y mientras le azotaban, él se acordaba de los azotes que le dieron a Jesús, y no abría la boca, y sufría todo por Nuestro Señor sin gritar ni llorar. Muchos al verle exclamaban: "Es valiente. En verdad que vale la pena ser seguidor de Cristo". Cuando le iban a matar decía: "Señor, en tus manos encomiendo mi alma".
La sentencia que se llevó a cabo el 23 de abril del 303, pero cuando Diocleciano volvía del sitio de la ejecución fue consumido por un fuego o rayo bajado del cielo.
En todo caso, es muy probable que los cruzados, especialmente Ricardo I “Corazón de León”, volviesen de Tierra Santa con una idea muy elevada sobre el poder de intercesión de San Jorge en favor de los que le invocan y trajo su devoción a Europa.
En el año 494 San Jorge fue canonizado por el papa Gelasio I.
En el siglo IX aparece otra popular historia: San Jorge a caballo como vencedor de un dragón. Esta historia, que es parte de la leyenda dorada, también es conocida como «San Jorge y el dragón», y es el probable origen de todos los cuentos de hadas sobre princesas y dragones en Occidente.
Debe tenerse en cuenta que la leyenda se relata en diversas partes de Europa y Asia Menor como propia (e incluso en el Japón, donde se puede equiparar a Jorge con el dios del trueno Susano-oh, a la princesa con la doncella Kushinada y al dragón con Yamata-no-Orochi), así que los detalles varían según la tradición local.
La leyenda occidental medieval comienza con un dragón que hace un nido en la fuente que provee de agua a una ciudad. Como consecuencia, los ciudadanos debían apartar diariamente el dragón de la fuente para conseguir agua. Así que ofrecían diariamente un sacrificio humano que se decidía al azar entre los habitantes. Un día resultó seleccionada la princesa local.
En algunas historias aparece el rey, su padre, pidiendo por la vida de su hija, pero sin éxito. Cuando estaba a punto de ser devorada por el dragón, aparece Jorge en uno de sus viajes (a menudo a caballo), se enfrenta con el dragón, lo mata y salva a la princesa. Los agradecidos ciudadanos abandonan el paganismo y abrazan el cristianismo.
La historia, antiguamente considerada verdadera, ha sido abandonada progresivamente. Por otra parte, pocos dudan de que contenga un rico simbolismo religioso, para el que se han propuesto diversas interpretaciones.
Una antigua interpretación cristiana del mito: Jorge sería el creyente, el caballo blanco la Iglesia y el dragón representaría el paganismo, la idolatría, la tentación y Satanás.
San Jorge es o fue santo patrón y protector de diversos países, regiones y ciudades: la Corona de Aragón (Chordi), Inglaterra (George), Portugal, Georgia (su bandera actual es una Cruz de San Jorge y el escudo tiene una representación del santo a caballo matando al dragón), Lituania, Génova, Calabria, Barcelona (Jordi), Friburgo de Brisgovia, Moscú, Cáceres, etc. En la provincia de Toledo es patrón de Villanueva de Alcardete. Es uno de los santos caballeros, protector durante la Edad Media de este estamento. En Rusia se empleó como principal emblema de sus ejércitos. En Inglaterra y Provenza se usaba su nombre como grito de guerra. Varias órdenes militares portan su nombre o sus símbolos: la Orden de la Jarretera, la Orden Teutónica, la Orden de Calatrava, la Sacra Orden Constantiniana, la Orden de San Jorge de Alfama, entre otras. Igualmente es el santo patrono de los Boys Scouts. También es patrono de diversas profesiones y actividades: agricultores, soldados, arqueros, prisioneros, herreros, gentes del circo y montañeros, entre otros. También es protector de los animales domésticos. Su nombre es invocado contra las serpientes venenosas, las enfermedades de la piel, el herpes, la peste, la lepra y la sífilis, y en los países eslavos contra el mal de ojo.