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OCAÑA: Para Platón el ciudadano representa al Estado, es como...

Para Platón el ciudadano representa al Estado, es como un Estado en miniatura. Al igual que el Estado, el ciudadano también está dividido en su interior en tres niveles, en tres almas.
Platón, en su antropología, habla de el ser humano dual, compuesto por cuerpo y alma. El alma es el motor que mueve el cuerpo. Este alma viene del Mundo de las Ideas, y porta todos los conceptos perfectos y todas las ideas, las lleva al cuerpo físico. Así pues, el alma trae el conocimiento al cuerpo, que para conocer no tendrá que aprender, sino recordar (esto es parte de la Teoría del Conocimiento).
Platón habla, también, de que el alma está compuesta por tres fuerzas, que tienen diferentes funciones y se localizan en distintos lugares del cuerpo. Las tres partes del alma son:
-La parte racional: es la que nos diferencia de los animales. Se localiza en el cerebro y su cualidad es el uso de la razón, la inteligencia.
-La parte irascible: es fuente de pasiones nobles, como la valentía, el coraje. Se localiza en el pecho y su cualidad principal es la fortaleza.
-La parte concupiscible: es la que tiene que ver con los deseos descontrolados. El deseo de comer, beber, descansar... han de ser controlados por la temperancia. Esta parte del alma se localiza en el vientre.
Para explicar sus ideas antropológicas Platón, en el Fedro, nos cuenta el Mito del Carro Alado, en el que un auriga (conductor de carros) va sobrevolando el cielo en su carro tirado por dos caballos cuando, de pronto, algo en el suelo atrae la atención de uno de ellos. Éste caballo, atraído por aquéllo que le ha llamado la atención, desvía el rumbo del carro y todos caen al suelo. Al caer, se funden en un solo ser: el ser humano.
Podemos deducir así que los seres humanos estamos compuestos por un caballo que se deja llevar por los impulsos y los deseos, por otro que es firme e incorruptible, y por un auriga, que ha de portar la razón.
Platón abogaba por seguir el camino del alma racional y de la irascible, usando la razón y teniendo la moral fortalecida, y dejar a un lado al alma concupiscible, que nos lleva a los deseos y nos aparta del camino del bien.
Platón, aun así, sabía que la mayoría de las personas preferían comer, beber, tener sexo y descansar antes que vivir de forma moral, usando siempre la razón y controlando los deseos.
De todas formas, esta es la Teoría Antropológica de Platón, que simplemente intentó hacer de las personas mejores personas.