En 13 de las 64 localidades analizadas por la OCU, en lugar de cuota de abono, se factura una cantidad fija que incluye una cantidad de metros cúbicos (entre 60 al año), según la ciudad. La OCU considera que establecer un mínimo demasiado elevado puede incitar al despilfarro, ya que puede haber consumidores que gasten un volumen inferior y deban pagar por ese mínimo.
La parte variable de la factura se puede aplicar de dos modos diferentes: todos los metros cúbicos al mismo precio, como lo hacen en Burgos, Pamplona, San Sebastián, Tudela y Valencia o como en el resto de localidades, donde los primeros metros cúbicos se facturan a un precio y, cuando se alcanza el límite fijado para el primer bloque, se facturan a otro diferente, más alto, hasta alcanzar el límite del siguiente bloque. Con este sistema el precio resulta progresivo sólo si la tarifa está bien diseñada.
La parte variable de la factura se puede aplicar de dos modos diferentes: todos los metros cúbicos al mismo precio, como lo hacen en Burgos, Pamplona, San Sebastián, Tudela y Valencia o como en el resto de localidades, donde los primeros metros cúbicos se facturan a un precio y, cuando se alcanza el límite fijado para el primer bloque, se facturan a otro diferente, más alto, hasta alcanzar el límite del siguiente bloque. Con este sistema el precio resulta progresivo sólo si la tarifa está bien diseñada.