Santa Úrsula y compañeras, 21-10-2013.
Según una historia muy extendida en la Edad Media, en el siglo V, una joven, hija de un rey inglés, llamada Úrsula u Orsola ("pequeña osa", en latín), se convirtió al cristianismo prometiendo guardar su virginidad. Como fue pretendida por un príncipe bretón, de nombre Ereo, decidió realizar una peregrinación a Roma y así lograr la consagración de sus votos.
E... n Roma, fue recibida por el papa Ciriaco que la bendijo y consagró sus votos de virginidad perpetua para dedicarse a la predicación del evangelio de Cristo.
Al regresar a Germania, en barco, fue sorprendida en Colonia por el ataque de los hunos, en 451. Atila, duro, fuerte, de mal carácter y muy pasional quiso casarse con la bella joven Úrsula. Las otras se las entregaría a sus soldados para que las violaran o hicieran lo que quisieran con ellas. Pero el fanfarrón no esperaba la respuesta de estas jóvenes. Cuando se les acercó y les hizo sus proposiciones, éstas respondieron todas al unísono con la negativa más rotunda que se puede imaginar. Enfurecido Atila, las mandó matar de la manera más dura posible.
En el lugar del martirio, Clematius, un ciudadano de rango senatorial que vivía en Colonia, erigió una basílica dedicada a las "once mil vírgenes", entre ellas Úrsula. En la inscripción de dedicación de este edificio se nombra a las otras doncellas (Aurelia, Brítula, Cordola, Cunegonda, Cunera, Pinnosa, Saturnina, Paladia y Odialia de Britannia), de las cuales la última es llamada undecimilla ("la pequeña undécima", en latín).
La idea errónea de que las compañeras de martirio de Úrsula fuesen once mil surge en un documento datado en el año 922 que se conserva en un monasterio cerca de Colonia, donde se hace referencia a la historia de Santa Úrsula y sus compañeras. En el citado documento entre otras cosas se decía: "Dei et Sanctas Mariae ac ipsarum XI m virginum", donde "XI m virginum" debia leerse como "undecim martyres virginum" (once mártires vírgenes) y en su lugar leyeron "undecim millia virginum" (once mil vírgenes).
Durante siglos esta confusión se extendió sin que nadie la pusiera en duda, dando lugar así a la leyenda de las "once mil vírgenes".
Sus restos se encontraron en una arqueta-relicario, decorada por Hans Memling, hoy en el Memlingmuseum, y que fue localizada en el Sint-Janshospitaal, en Brujas, Bélgica. En la actualidad sus reliquias están repartidas por muchos templos.
Si bien surgió un importante culto alrededor de Santa Úrsula y sus compañeras, no disponemos de información sobre la fecha de canonización ya que la antigüedad de los documentos y las técnicas usadas para archivarlos, la acción del clima, y en muchas ocasiones del mismo ser humano, han impedido que tengamos esta concreta información el día de hoy, aunque se venera desde temprano en la Edad Media. Si sabemos que fue canonizada antes de la creación de la Congregación para la causa de los Santos, y que su culto fue aprobado por el Papa y se levantaron muchas iglesia en su honor.
Hildegarda de Bingen compuso muchos cantos en su honor y durante toda la Edad Media corría de pueblo en pueblo un romance en el que se contaba la historia de estas mártires, que tuvo un éxito increíble.
Finalmente la imagen de Úrsula fue asimilada con la de la diosa germana Freyja (también llamada Horsel o Ursel), que protegía a las doncellas vírgenes y las recibía en el ultramundo si fallecían sin haberse casado.
Entre 1490 y 1496, el pintor Vittore Carpaccio (1460-1526) realizó un ciclo completo de frescos sobre la historia de esta mártir y virgen, que se encuentra actualmente en Venecia.
En el siglo XIII la Sorbona la adoptó como patrona y lo mismo ocurrió en las universidades de Coimbra y de Viena. Es patrona de las jóvenes y colegialas y el Instituto de Ángela de Mérici, ursulinas, la tomó como patrona de sus obras de apostolado.
Según una historia muy extendida en la Edad Media, en el siglo V, una joven, hija de un rey inglés, llamada Úrsula u Orsola ("pequeña osa", en latín), se convirtió al cristianismo prometiendo guardar su virginidad. Como fue pretendida por un príncipe bretón, de nombre Ereo, decidió realizar una peregrinación a Roma y así lograr la consagración de sus votos.
E... n Roma, fue recibida por el papa Ciriaco que la bendijo y consagró sus votos de virginidad perpetua para dedicarse a la predicación del evangelio de Cristo.
Al regresar a Germania, en barco, fue sorprendida en Colonia por el ataque de los hunos, en 451. Atila, duro, fuerte, de mal carácter y muy pasional quiso casarse con la bella joven Úrsula. Las otras se las entregaría a sus soldados para que las violaran o hicieran lo que quisieran con ellas. Pero el fanfarrón no esperaba la respuesta de estas jóvenes. Cuando se les acercó y les hizo sus proposiciones, éstas respondieron todas al unísono con la negativa más rotunda que se puede imaginar. Enfurecido Atila, las mandó matar de la manera más dura posible.
En el lugar del martirio, Clematius, un ciudadano de rango senatorial que vivía en Colonia, erigió una basílica dedicada a las "once mil vírgenes", entre ellas Úrsula. En la inscripción de dedicación de este edificio se nombra a las otras doncellas (Aurelia, Brítula, Cordola, Cunegonda, Cunera, Pinnosa, Saturnina, Paladia y Odialia de Britannia), de las cuales la última es llamada undecimilla ("la pequeña undécima", en latín).
La idea errónea de que las compañeras de martirio de Úrsula fuesen once mil surge en un documento datado en el año 922 que se conserva en un monasterio cerca de Colonia, donde se hace referencia a la historia de Santa Úrsula y sus compañeras. En el citado documento entre otras cosas se decía: "Dei et Sanctas Mariae ac ipsarum XI m virginum", donde "XI m virginum" debia leerse como "undecim martyres virginum" (once mártires vírgenes) y en su lugar leyeron "undecim millia virginum" (once mil vírgenes).
Durante siglos esta confusión se extendió sin que nadie la pusiera en duda, dando lugar así a la leyenda de las "once mil vírgenes".
Sus restos se encontraron en una arqueta-relicario, decorada por Hans Memling, hoy en el Memlingmuseum, y que fue localizada en el Sint-Janshospitaal, en Brujas, Bélgica. En la actualidad sus reliquias están repartidas por muchos templos.
Si bien surgió un importante culto alrededor de Santa Úrsula y sus compañeras, no disponemos de información sobre la fecha de canonización ya que la antigüedad de los documentos y las técnicas usadas para archivarlos, la acción del clima, y en muchas ocasiones del mismo ser humano, han impedido que tengamos esta concreta información el día de hoy, aunque se venera desde temprano en la Edad Media. Si sabemos que fue canonizada antes de la creación de la Congregación para la causa de los Santos, y que su culto fue aprobado por el Papa y se levantaron muchas iglesia en su honor.
Hildegarda de Bingen compuso muchos cantos en su honor y durante toda la Edad Media corría de pueblo en pueblo un romance en el que se contaba la historia de estas mártires, que tuvo un éxito increíble.
Finalmente la imagen de Úrsula fue asimilada con la de la diosa germana Freyja (también llamada Horsel o Ursel), que protegía a las doncellas vírgenes y las recibía en el ultramundo si fallecían sin haberse casado.
Entre 1490 y 1496, el pintor Vittore Carpaccio (1460-1526) realizó un ciclo completo de frescos sobre la historia de esta mártir y virgen, que se encuentra actualmente en Venecia.
En el siglo XIII la Sorbona la adoptó como patrona y lo mismo ocurrió en las universidades de Coimbra y de Viena. Es patrona de las jóvenes y colegialas y el Instituto de Ángela de Mérici, ursulinas, la tomó como patrona de sus obras de apostolado.