Una aspillera, palabra proveniente del Latín sagitta, (también llamada arquera, saetera, lancera, tronera o ballestera) es una abertura vertical, estrecha y profunda, practicada en algunos muros o murallas defensivas, así como en las torres de los castillos o incluso en algunas almenas, para permitir disparar flechas con arcos o bien con ballestas.
Con tal objeto, la delgada ranura se ensancha hacia el interior, de modo que se facilita su finalidad y a la vez protege al arquero o ballestero mientras éste lanza los proyectiles. Algunos diseños se ensanchan en su base para ampliar el ángulo horizontal de batida, incluso presentando en ocasiones un hueco circular.
Con la aparición de una nueva arma de tiro, la ballesta, el diseño de las aspilleras evolucionó, adaptándose por tanto a las necesidades y adquiriendo así la forma de una cruz.
Con tal objeto, la delgada ranura se ensancha hacia el interior, de modo que se facilita su finalidad y a la vez protege al arquero o ballestero mientras éste lanza los proyectiles. Algunos diseños se ensanchan en su base para ampliar el ángulo horizontal de batida, incluso presentando en ocasiones un hueco circular.
Con la aparición de una nueva arma de tiro, la ballesta, el diseño de las aspilleras evolucionó, adaptándose por tanto a las necesidades y adquiriendo así la forma de una cruz.