Dejan a oscuras medio pueblo para cometer varios robos
MANUEL MORENO
Viernes, 20-11-09
Los vecinos de Rielves no salen de su asombro desde que se enteraron de que el apagón en el alumbrado público de este pueblo de 800 habitantes se debió al sabotaje de un grupo de ladrones, que provocaron la situación para cometer varios robos.
Los hechos sucedieron a primeros de este mes. La mitad de las farolas de la localidad dejaron de alumbrar de repente y el Ayuntamiento tardó casi cinco días en arreglar la avería en las principales calles afectadas. En ese tiempo, unos delincuentes aprovecharon para cometer media docena de robos en un bar de la carretera, en una cerrajería, en una fábrica de reciclaje y en domicilios particulares, según confirmó ayer el alcalde, Ángel Calvo.
El Ayuntamiento y la Guardia Civil comprobaron que las farolas fueron víctimas de un sabotaje, ya que los cables aparecieron fuera de las cajas de registro y cortados. «Los ladrones camparon a sus anchas esos días», dijo el alcalde.
Los botines fueron variopintos. Por ejemplo, en el bar de la carretera se llevaron el dinero de las máquinas tragaperras, herramientas de la cerrajería, el ordenador de la báscula electrónica de la fábrica de reciclaje y varios efectos de la casa de un vecino que vive en Madrid.
Pero en Rielves, donde no hay policía municipal, están viviendo un «mes negro» en el aspecto delictivo, ya que se han cometido una docena de robos o intentos en lo que se lleva de noviembre. « ¡Estamos asesiados por los ladrones!», exclama el alcalde.
También al sacerdote
La última víctima ha sido el párroco, que también da clases en el colegio Santísimo Cristo de Torrijos. La casa donde vive en Rielves fue asaltada el domingo después de que le reventaran la puerta de entrada. Los ladrones se llevaron dos ordenadores portátiles que contenían mucha información relacionada con su labor docente y varios obsequios con valor sentimental, como el cáliz con el que cantó su primera misa.
También ha habido algunos intentos de robos, como en una empresa de cárnicas esta semana, aunque la llamada de un vecino a la Guardia Civil impidió el asalto.
Calvo pide a los vecinos que actúen como ese ciudadano cuando vean a personas extrañas o comportamientos sospechosos. «No pasa nada por llamar a la Guardia Civil, que agradece la colaboración ciudadana», dice el alcalde
MANUEL MORENO
Viernes, 20-11-09
Los vecinos de Rielves no salen de su asombro desde que se enteraron de que el apagón en el alumbrado público de este pueblo de 800 habitantes se debió al sabotaje de un grupo de ladrones, que provocaron la situación para cometer varios robos.
Los hechos sucedieron a primeros de este mes. La mitad de las farolas de la localidad dejaron de alumbrar de repente y el Ayuntamiento tardó casi cinco días en arreglar la avería en las principales calles afectadas. En ese tiempo, unos delincuentes aprovecharon para cometer media docena de robos en un bar de la carretera, en una cerrajería, en una fábrica de reciclaje y en domicilios particulares, según confirmó ayer el alcalde, Ángel Calvo.
El Ayuntamiento y la Guardia Civil comprobaron que las farolas fueron víctimas de un sabotaje, ya que los cables aparecieron fuera de las cajas de registro y cortados. «Los ladrones camparon a sus anchas esos días», dijo el alcalde.
Los botines fueron variopintos. Por ejemplo, en el bar de la carretera se llevaron el dinero de las máquinas tragaperras, herramientas de la cerrajería, el ordenador de la báscula electrónica de la fábrica de reciclaje y varios efectos de la casa de un vecino que vive en Madrid.
Pero en Rielves, donde no hay policía municipal, están viviendo un «mes negro» en el aspecto delictivo, ya que se han cometido una docena de robos o intentos en lo que se lleva de noviembre. « ¡Estamos asesiados por los ladrones!», exclama el alcalde.
También al sacerdote
La última víctima ha sido el párroco, que también da clases en el colegio Santísimo Cristo de Torrijos. La casa donde vive en Rielves fue asaltada el domingo después de que le reventaran la puerta de entrada. Los ladrones se llevaron dos ordenadores portátiles que contenían mucha información relacionada con su labor docente y varios obsequios con valor sentimental, como el cáliz con el que cantó su primera misa.
También ha habido algunos intentos de robos, como en una empresa de cárnicas esta semana, aunque la llamada de un vecino a la Guardia Civil impidió el asalto.
Calvo pide a los vecinos que actúen como ese ciudadano cuando vean a personas extrañas o comportamientos sospechosos. «No pasa nada por llamar a la Guardia Civil, que agradece la colaboración ciudadana», dice el alcalde