Castillo de Montalbán: Perteneció a la orden del Temple y al rey Pedro el Cruel, quien lo usó como residencia de una mujer amante suya. Es el castillo más grande de la provincia de
Toledo y se puede visitar los sábados por la mañana. Consta de una larga
muralla defensiva con dos
torres albarranas en su frontal. Una de ellas alberga numerosas habitaciones aún techadas. También se conservan restos de la
torre del
homenaje y en el suelo del
patio hay agujeros que comunican con las enormes
bodegas subterráneas. Se cuenta que en tiempos de los musulmanes, una princesa morisca se suicidó tirándose desde la muralla trasera al barranco del
río, y que su fantasma hace ruidos y aparece de
noche.
Ermita de
Santa María de Melque: Es el resto mejor conservado de un conjunto monástico, construido entre los siglos VII y VIII en el territorio de la ciudad de Toledo, antigua capital del reino visigodo. En la actualidad, la
iglesia de planta cruciforme, conserva íntegras sus distintas naves y una
capilla lateral.
Está a poca distancia del castillo, al otro lado de la
carretera que une
San Martín con la Puebla.
Monumento Dolménico: Del neolítico.
Tumbas antropomorfas: De la edad del Hierro/Bronce.
Puente la Canasta: Época
Romana.
Iglesia de San Andrés: Renacimiento (Intervino en la construcción el hijo del Greco).