La
iglesia de
San Pedro Apóstol es el
edificio más antiguo de la villa. Sobre su solar se levantó la iglesia de
Santa Eulalia, en torno a la cual se asentaría la primera población. Más tarde se convertiría en la mezquita de "Vinco Cominario" y, finalmente, el actual templo que tiene sus orígenes en el siglo XI, coincidiendo su construcción primitiva con la reconquista de
Santa Olalla por el rey Alfonso VI en 1083. Esta
parroquia fue una de las diez primeras de la archidiócesis de
Toledo.
La iglesia tiene planta de
salón, sin crucero, con tres naves separadas por tres tramos formados por
arcos de medio punto que se apoyan en cuatro pilares. Tiene techumbre abovedada y testeros formados por
ábsides semicirculares, excepto el
ábside de la
capilla de la
Virgen de la Piedad. Los ábsides estaban decorados con arcos lobulados de estilo mudéjar.