La
iglesia de
San Julián fue fundada en el primer cuarto del siglo XVI por el primer conde de Orgaz, Álvar Pérez de Guzmán Suárez de Mendoza, desde entonces se conserva un
ábside mudéjar con
arcos de herradura. La iglesia fue ampliada y restaurada por su descendiente, Juan Hurtado de Mendoza y Guzmán.
En 1604 se entierra en esta iglesia a su hijo primogénito y convierte el templo en panteón funerario de los Condes de Orgaz.
En la iglesia se conservan nueve
retablos.