Frumencio Sánchez Hernando
Homenaje en Segurilla en el XX Aniversario de su muerte
Nació Frumencio Sánchez Hernando en Segurilla en 1910, en el seno de una familia de origen humilde, dedicada a las labores del campo. Fueron sus padres Saturnino (que era herrero y murió en 1920) y Elena (propietaria de tierras en el pueblo, que murió en 1975, con 95 años de edad). Era Frumencio el menor de cinco hermanos.
Imagen de Archivo
Vivió su infancia y adolescencia en Segurilla. Apenas sabía leer y escribir a los 13 años de edad cuando fue enviado por sus padres a estudiar a Madrid, donde se encontraba un hermano mayor, Bernardo, que era sacerdote. Y a los 22 años de edad, en 1932, alcanzó la Licenciatura en Veterinaria: tuvo siempre una clarividente inteligencia natural, lo que le permitía progresar rápidamente en los estudios. Ingresó en la Academia Militar de Veterinaria, graduándose pronto como alférez y teniente. Al terminar la Guerra, poseía el grado de Capitán y abandonó el Ejército en 1943.
Ese mismo año se instala en Talavera, habiendo ganado el puesto de Veterinario Titular, cargo que ejercerá en la que llegó a ser su querida ciudad durante 40 años, hasta 1982-83 en que se jubiló. Siempre llevará a gala llamarse “Veterinario de Talavera” y, al principio, en los círculos en que se movía en Madrid, así era llamado... En calidad de tal, actuaba como Inspector de los servicios Veterinarios Municipales, encargado entre otros muchos quehaceres de la sanidad e inspección del Mercado de Ganados y Ferias (entonces concurridísimos y de gran prestigio nacional). Pero su vocación y su trabajo no se redujo sólo a la práctica de la Veterinaria.
Desde sus años de estudiante, Frumencio mostró una profunda inquietud y anhelo de dignificación y mejoramiento social y jurídico de la profesión de Veterinario. Y ésta, sin duda, va a ser la gran batalla de su vida, para la cual se va a preparar a conciencia: en los años cincuenta (siendo como era Veterinario Titular de Talavera y en ejercicio de otros muy entretenidos cargos y de responsabilidad) tuvo tiempo para estudiar y conseguir la Licenciatura en Derecho. Así, jurista y veterinario, se constituyó en uno de los hombres mejor preparados en España respecto de su profesión, capacitado para propugnar y llevar adelante la hermosa tarea que se había trazado. Arriba queda hecha relación de los logros que alcanzó.
En 1962 (11 de agosto) Frumencio casó con Adoración de Miguel Castaño, mujer mucho más joven que él (ella había nacido el 6 de febrero de 1935), hija del Magisterio del Tribunal Supremo. Fue su esposa una mujer muy estudiosa, Licenciada en Ciencias Físicas y Doctora en Informática. Trabajó en el INE (Instituto Nacional de Estadística) y dirigió el Desarrollo del Censo del Sahara en 1974, por lo que le fue concedido el Título de Comendador con Placa de la Orden de áfrica, firmado por el Jefe del Estado. Murió en el año 2000, de una rápida enfermedad, después de haber ganado la Cátedra de Lenguajes y Sistemas Informáticos de la Universidad Carlos III. El matrimonio tuvo un solo hijo, Adolfo Sánchez de Miguel, que nació el 28 de noviembre de 1965 y hoy es Licenciado en Informática e Ingeniero de Telecomunicaciones.
A pesar de los múltiples cargos que desempeñó y la actividad frenética en que se vio envuelta su profesión, siempre fue “Veterinario de Talavera” y segurillano de pro. A su querido pueblo volvía siempre que podía. Allí le esperaban familiares y amigos de toda la vida... Y su querida Ganadería de Reses Bravas, que él mimó cuanto pudo y cuando sus obligaciones se lo permitían.
Frumencio Sánchez Hernando murió en Madrid el 9 de octubre de 1984 y está enterrado en Segurilla, con su madre y su hermana. Segurilla le dedicó en su día la calle que lleva su nombre. Y el próximo sábado, día 24, un cariñoso Homenaje en el XX Aniversario de su muerte.
Homenaje en Segurilla en el XX Aniversario de su muerte
Nació Frumencio Sánchez Hernando en Segurilla en 1910, en el seno de una familia de origen humilde, dedicada a las labores del campo. Fueron sus padres Saturnino (que era herrero y murió en 1920) y Elena (propietaria de tierras en el pueblo, que murió en 1975, con 95 años de edad). Era Frumencio el menor de cinco hermanos.
Imagen de Archivo
Vivió su infancia y adolescencia en Segurilla. Apenas sabía leer y escribir a los 13 años de edad cuando fue enviado por sus padres a estudiar a Madrid, donde se encontraba un hermano mayor, Bernardo, que era sacerdote. Y a los 22 años de edad, en 1932, alcanzó la Licenciatura en Veterinaria: tuvo siempre una clarividente inteligencia natural, lo que le permitía progresar rápidamente en los estudios. Ingresó en la Academia Militar de Veterinaria, graduándose pronto como alférez y teniente. Al terminar la Guerra, poseía el grado de Capitán y abandonó el Ejército en 1943.
Ese mismo año se instala en Talavera, habiendo ganado el puesto de Veterinario Titular, cargo que ejercerá en la que llegó a ser su querida ciudad durante 40 años, hasta 1982-83 en que se jubiló. Siempre llevará a gala llamarse “Veterinario de Talavera” y, al principio, en los círculos en que se movía en Madrid, así era llamado... En calidad de tal, actuaba como Inspector de los servicios Veterinarios Municipales, encargado entre otros muchos quehaceres de la sanidad e inspección del Mercado de Ganados y Ferias (entonces concurridísimos y de gran prestigio nacional). Pero su vocación y su trabajo no se redujo sólo a la práctica de la Veterinaria.
Desde sus años de estudiante, Frumencio mostró una profunda inquietud y anhelo de dignificación y mejoramiento social y jurídico de la profesión de Veterinario. Y ésta, sin duda, va a ser la gran batalla de su vida, para la cual se va a preparar a conciencia: en los años cincuenta (siendo como era Veterinario Titular de Talavera y en ejercicio de otros muy entretenidos cargos y de responsabilidad) tuvo tiempo para estudiar y conseguir la Licenciatura en Derecho. Así, jurista y veterinario, se constituyó en uno de los hombres mejor preparados en España respecto de su profesión, capacitado para propugnar y llevar adelante la hermosa tarea que se había trazado. Arriba queda hecha relación de los logros que alcanzó.
En 1962 (11 de agosto) Frumencio casó con Adoración de Miguel Castaño, mujer mucho más joven que él (ella había nacido el 6 de febrero de 1935), hija del Magisterio del Tribunal Supremo. Fue su esposa una mujer muy estudiosa, Licenciada en Ciencias Físicas y Doctora en Informática. Trabajó en el INE (Instituto Nacional de Estadística) y dirigió el Desarrollo del Censo del Sahara en 1974, por lo que le fue concedido el Título de Comendador con Placa de la Orden de áfrica, firmado por el Jefe del Estado. Murió en el año 2000, de una rápida enfermedad, después de haber ganado la Cátedra de Lenguajes y Sistemas Informáticos de la Universidad Carlos III. El matrimonio tuvo un solo hijo, Adolfo Sánchez de Miguel, que nació el 28 de noviembre de 1965 y hoy es Licenciado en Informática e Ingeniero de Telecomunicaciones.
A pesar de los múltiples cargos que desempeñó y la actividad frenética en que se vio envuelta su profesión, siempre fue “Veterinario de Talavera” y segurillano de pro. A su querido pueblo volvía siempre que podía. Allí le esperaban familiares y amigos de toda la vida... Y su querida Ganadería de Reses Bravas, que él mimó cuanto pudo y cuando sus obligaciones se lo permitían.
Frumencio Sánchez Hernando murió en Madrid el 9 de octubre de 1984 y está enterrado en Segurilla, con su madre y su hermana. Segurilla le dedicó en su día la calle que lleva su nombre. Y el próximo sábado, día 24, un cariñoso Homenaje en el XX Aniversario de su muerte.