En una reunión de la Cofradía, el 17 de diciembre de 1560, se acordó construir la ermita de la Vera Cruz, en la que sus 1560 cofrades se obligaron a edificarla, sostenerla y conservarla.
Consta de una sola nave que termina en una capilla que hace de cabecera. Lo más característico es su cubierta de madera en forma de artesa y un pequeño retablo barroco.