Yo, por el contrario, creo que está muy bien situado, pero no como
molino, claro está, sino como
monumento a los
molinos de viento, simbolos por antonomasia de la novela cervantina. Igual ocurre con el libro de forja, no es un libro, claro está, es un
homenaje al Quijote de Cervantes. Igual ocurre con otros pequeños
monumentos, que sin ser lo que representan, son solo un recuerdo a escala reducida.
Eso no quita que se Deva seguir insistiendo en que una muy buena idea sería construir un molino de
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