Ay! que viendo esto me vuelvo a acordar de la vendimia que pasé en Turleque hace años... ¿verdad primo? Menudas vendimiadoras que acogísteis en la cuadrilla!!! Todavía no sé cómo tu padre no nos echó de allí a patadas, y eso que nos esforzamos, pero... Qué duro es, madre mia!!!