El pasado está muy bien, pero Turleque no puede vivir de los recuerdos, no nos podemos permitir ese lujo los que aún vivimos en él. Parece que tras unos años de dudas, ahora tenemos un objetivo a seguir, el hacer de Turleque un destino sin interrogaciones, un destino para vivir, un destino para descansar, un destino para trabajar, un destino cultural... Que bueno sería que tantos y tantos turlequeños repartidos por la geografía española desearan participar, cada uno a su manera, de este objetivo. Este es un camino que hemos de caminar todos, ausentes y presentes, y no nos podemos permitir el lujo de solamente soñar, debemos hacer realidad nuestros mejores deseos para Turleque.
Quien tenga oidos que oiga, quien tenga ojos que lea.
Quien tenga oidos que oiga, quien tenga ojos que lea.