Luz ahora 0,10940 €/kWh
Cruzando los años sesenta del siglo pasado, Estábamos equivocados, cuando pensamos que cruzando la barrera de los sesenta años ya no hay vida. Nos queda vida si sabemos aprovecharla, podemos viajar, hacer las cosas que no pudimos hacer de joven, como estudiar, para mi, es lo mas importante, visitar museos, ayudar como voluntariado, a quien lo necesite, por cierto muchas personas lo esperan, ¿y que hay de los nietos?, la mayoría de los de los abuelos hemos pasado la barrera de los sesenta, y buen servicio que hacemos, ¿o no es verdad?, Si los abuelos decidiéramos ponernos en huelga muchísimos padres no podrían ir a su trabajo, algunas empresas se resentirían, fijaros si es importante nuestra colaboración. En definitiva lo que importa es la calidad no la cantidad.
Se pueden hacer muchísimas cosas, sobre todo si ponemos amor en ello, el amor con mayúsculas, el de un hombre y una mujer, ese que cuando se siente de verdad y notas que te corresponden, no se te pone nada por delante, y cruzas todas las puertas, puentes, fronteras y lo que haga falta, porque te sientes con muchísimas ganas de vivir, no te pesan ni los años ni los kilos, estas como en una nube a ese amor me refiero. Para mi lo mas importante es el amor, creo que es el motor que mueve el mundo, prueba es que las mayores locuras se hacen por amor. Pero si no tenemos la suerte de sentir ese amor, no importa, hay muchas clases de amor, puede ser una buena amistad, el amor a los animales, a las plantas y sobre todo a los ancianos que tanto lo necesitan. Especialmente a esas personas que sin cruzar la puerta definitiva, es como si lo hubieran hecho, pues el cuerpo no lo hizo, pero su mente si que cruzo la línea que separa al ser humano de la vida terrenal, a caso sabemos si esas personas nos entienden, sufren, o se alegran de vernos, nunca lo sabremos el cerebro es una puerta muy difícil de cruzar.
Estoy de acuerdo que cuando cruzamos los 6o, a la mayoría de nosotros nos falta esa persona que compartió la vida con nosotros, nuestro compañero o compañera ya cruzo la ultima puerta, esa que tanto tememos, por no saber lo que nos espera tras de ella. Sinceramente, cuando me toque cruzarla me gustaría que me ayudaran hacerlo con dignidad, y que mi mente pudiera ver una puesta de sol, el amanecer, la nieve, como llueve, un parque con niños, todo eso lentamente mientras se recorre el ultimo camino por ese pasillo largo y frío de un hospital. Al final cuando intentas abrir la puerta sin llegar a tocarla, ella sola se abre. muy despacio y allí esta el paraíso, todo lleno de flores, lagos inmensos praderas hermosísimas,
y lo mas importante tus seres queridos, que te sonríen tomándote de la mano para que no sientas ningún temor, al principio te resiste, pero miras para atrás y te das cuenta de que ya no puedes dar la vuelta. Extiendes las manos y te dejas llevar, y piensas ya esta, por que tenia ese terror. Quiero decir que lo del pasillo del hospital es por una mala experiencia que me toco pasar después de una operación sin riesgo jamás lo olvidaré, sentí como me iba, no sentía dolor solo una pena inmensa por mi hijo, pues su padre hacia poco que ya había partido, después de ver a los médicos y enfermeras como en una nube, de repente noté que me quedaba, es como si mi cuerpo hubiese salido por un momento y estaba flotando, viendolo todo, fue muy angustioso. Por favor que alguien nos ayude a cruzarla esto si que es amor al prójimo….
Rosario Fajardo Blanco,
,
Se pueden hacer muchísimas cosas, sobre todo si ponemos amor en ello, el amor con mayúsculas, el de un hombre y una mujer, ese que cuando se siente de verdad y notas que te corresponden, no se te pone nada por delante, y cruzas todas las puertas, puentes, fronteras y lo que haga falta, porque te sientes con muchísimas ganas de vivir, no te pesan ni los años ni los kilos, estas como en una nube a ese amor me refiero. Para mi lo mas importante es el amor, creo que es el motor que mueve el mundo, prueba es que las mayores locuras se hacen por amor. Pero si no tenemos la suerte de sentir ese amor, no importa, hay muchas clases de amor, puede ser una buena amistad, el amor a los animales, a las plantas y sobre todo a los ancianos que tanto lo necesitan. Especialmente a esas personas que sin cruzar la puerta definitiva, es como si lo hubieran hecho, pues el cuerpo no lo hizo, pero su mente si que cruzo la línea que separa al ser humano de la vida terrenal, a caso sabemos si esas personas nos entienden, sufren, o se alegran de vernos, nunca lo sabremos el cerebro es una puerta muy difícil de cruzar.
Estoy de acuerdo que cuando cruzamos los 6o, a la mayoría de nosotros nos falta esa persona que compartió la vida con nosotros, nuestro compañero o compañera ya cruzo la ultima puerta, esa que tanto tememos, por no saber lo que nos espera tras de ella. Sinceramente, cuando me toque cruzarla me gustaría que me ayudaran hacerlo con dignidad, y que mi mente pudiera ver una puesta de sol, el amanecer, la nieve, como llueve, un parque con niños, todo eso lentamente mientras se recorre el ultimo camino por ese pasillo largo y frío de un hospital. Al final cuando intentas abrir la puerta sin llegar a tocarla, ella sola se abre. muy despacio y allí esta el paraíso, todo lleno de flores, lagos inmensos praderas hermosísimas,
y lo mas importante tus seres queridos, que te sonríen tomándote de la mano para que no sientas ningún temor, al principio te resiste, pero miras para atrás y te das cuenta de que ya no puedes dar la vuelta. Extiendes las manos y te dejas llevar, y piensas ya esta, por que tenia ese terror. Quiero decir que lo del pasillo del hospital es por una mala experiencia que me toco pasar después de una operación sin riesgo jamás lo olvidaré, sentí como me iba, no sentía dolor solo una pena inmensa por mi hijo, pues su padre hacia poco que ya había partido, después de ver a los médicos y enfermeras como en una nube, de repente noté que me quedaba, es como si mi cuerpo hubiese salido por un momento y estaba flotando, viendolo todo, fue muy angustioso. Por favor que alguien nos ayude a cruzarla esto si que es amor al prójimo….
Rosario Fajardo Blanco,
,