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POR TIERRAS DE LA MANCHA
Cruzando la orilla de aquella ribera del río, cuatro amigos decidieron ir a pegarse un baño, en aquel día de verano, donde las temperaturas se acercaban a los cuarenta grados de calor, después de una jornada dura de trabajo decidieron, darse un baño en el río, no quedaba muy retirado, pero hacia un calor infernal, pues era el tiempo de la siega, eso unido a su juventud, que les daba mucho más deseos de conocer cosas nuevas, ni lo pensaron, se pusieron en camino, cruzando una serie de obstáculos, pero al final consiguieron llegar hasta el mismo río, lo primero que hicieron es quitarse la ropa, uno de ellos el más joven oye unas risitas femeninas, pero no veía a nadie, y se lo comentó a sus amigos, que se dan la vuelta, y entonces pueden ver a unas chicas en el agua, ellos deciden gastarles una broma, ¿y qué es lo que hacen?. Les esconden sus ropas, entre unos matorrales, y seguidamente cruzan a la otra orilla del río, pero a las chicas ya no les hace ninguna gracia, se dan cuenta de que eso se pone feo. los amigos excepto el más joven deciden pasárselo bien con ellas, no atienden a los ruegos de las chicas qué se encuentran en mitad del rio y empiezan a estar fuera de sus casillas. Pero el más joven se pone frente a ellos y les hace ver las complicaciones que eso puede traerles, se crea una tensión muy desagradable enfrentándose entre ellos, y empuja a uno de sus amigos, cayendo este al río, reacciona con rapidez y en ese momento se da cuenta que una de las chicas es su hermana, se queda sin saber que hacer, avergonzado, se viste y entrega la ropa a las chichillas para que cubran su cuerpo, se pone al lado de su amigo, para hacer desistir a los otros dos jóvenes que se retiran muy enfadados, pues no han cumplido sus deseos. de poder divertirse con las chiquillas a su antojo. Hay un cruce de miradas entre los dos amigos que se quedan, se dan la mano y ayudan a las chicas a salir del apuro, la ultima en salir es la hermana, pero el amigo del hermano se fija en ella, la da la mano y se cruzan las miradas, la chica le mira intensamente, en ese momento supieron que algo bonito había nacido entre los dos, cuando llegó
el momento se casaron, crearon una familia, con muchas dificultades, y han tenido la suerte de conocer a sus nietos.
¿Pero qué pasa cuando has cruzado la barrera de la juventud?. En algunos parejas quedan muchísimas cosas, como el cariño, el respeto, la comprensión y los recuerdos etc. Pero en otros casos cuando cruzan la línea y se apaga la pasión se va todo, los sentimientos, el respeto, solo queda el vacío, la soledad la incomprensión, es por eso que al cruzar la barrera de la juventud, hay tantas separaciones, hay quien busca nuevas emociones, el amor hay que alimentarlo como a una planta día a día, para poder sentirte vivo, porque en el fondo el ser humano no estamos preparados para cruzar esa puerta, porque al cruzarla perdemos parte de nuestra identidad, perdemos la salud, parte de nuestras fuerzas, se nos van las ilusiones, sobre todo la juventud, te quedas como en tinieblas, es muy difícil hacerse a la idea y envejecer con dignidad.
Tenía que haber escuelas, igual que nos enseñan de pequeños a ser personas adultas, tendrían que hacerlo cuando ya estamos cruzando las últimas barreras de nuestra juventud. Para no caer en el precipicio del desastre, donde muy pocas personas son capaces de salir airosas.
Rosario Fajardo Blanco.
Cruzando la orilla de aquella ribera del río, cuatro amigos decidieron ir a pegarse un baño, en aquel día de verano, donde las temperaturas se acercaban a los cuarenta grados de calor, después de una jornada dura de trabajo decidieron, darse un baño en el río, no quedaba muy retirado, pero hacia un calor infernal, pues era el tiempo de la siega, eso unido a su juventud, que les daba mucho más deseos de conocer cosas nuevas, ni lo pensaron, se pusieron en camino, cruzando una serie de obstáculos, pero al final consiguieron llegar hasta el mismo río, lo primero que hicieron es quitarse la ropa, uno de ellos el más joven oye unas risitas femeninas, pero no veía a nadie, y se lo comentó a sus amigos, que se dan la vuelta, y entonces pueden ver a unas chicas en el agua, ellos deciden gastarles una broma, ¿y qué es lo que hacen?. Les esconden sus ropas, entre unos matorrales, y seguidamente cruzan a la otra orilla del río, pero a las chicas ya no les hace ninguna gracia, se dan cuenta de que eso se pone feo. los amigos excepto el más joven deciden pasárselo bien con ellas, no atienden a los ruegos de las chicas qué se encuentran en mitad del rio y empiezan a estar fuera de sus casillas. Pero el más joven se pone frente a ellos y les hace ver las complicaciones que eso puede traerles, se crea una tensión muy desagradable enfrentándose entre ellos, y empuja a uno de sus amigos, cayendo este al río, reacciona con rapidez y en ese momento se da cuenta que una de las chicas es su hermana, se queda sin saber que hacer, avergonzado, se viste y entrega la ropa a las chichillas para que cubran su cuerpo, se pone al lado de su amigo, para hacer desistir a los otros dos jóvenes que se retiran muy enfadados, pues no han cumplido sus deseos. de poder divertirse con las chiquillas a su antojo. Hay un cruce de miradas entre los dos amigos que se quedan, se dan la mano y ayudan a las chicas a salir del apuro, la ultima en salir es la hermana, pero el amigo del hermano se fija en ella, la da la mano y se cruzan las miradas, la chica le mira intensamente, en ese momento supieron que algo bonito había nacido entre los dos, cuando llegó
el momento se casaron, crearon una familia, con muchas dificultades, y han tenido la suerte de conocer a sus nietos.
¿Pero qué pasa cuando has cruzado la barrera de la juventud?. En algunos parejas quedan muchísimas cosas, como el cariño, el respeto, la comprensión y los recuerdos etc. Pero en otros casos cuando cruzan la línea y se apaga la pasión se va todo, los sentimientos, el respeto, solo queda el vacío, la soledad la incomprensión, es por eso que al cruzar la barrera de la juventud, hay tantas separaciones, hay quien busca nuevas emociones, el amor hay que alimentarlo como a una planta día a día, para poder sentirte vivo, porque en el fondo el ser humano no estamos preparados para cruzar esa puerta, porque al cruzarla perdemos parte de nuestra identidad, perdemos la salud, parte de nuestras fuerzas, se nos van las ilusiones, sobre todo la juventud, te quedas como en tinieblas, es muy difícil hacerse a la idea y envejecer con dignidad.
Tenía que haber escuelas, igual que nos enseñan de pequeños a ser personas adultas, tendrían que hacerlo cuando ya estamos cruzando las últimas barreras de nuestra juventud. Para no caer en el precipicio del desastre, donde muy pocas personas son capaces de salir airosas.
Rosario Fajardo Blanco.