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LAS COSTUMBRES DE HACE AÑOS
En las tierras toledanas
entre sus viejas costumbres,
muchas vecinas cercanas
hicieron del Sol las lumbres.
Costumbres llenas de vida
en esas tierras manchegas,
donde la tarde elegida
hablaban de campo y siegas.
Tertulias con sus encantos
de las gentes de esta tierra,
algunas con bellos cantos
que solo la mente encierra.
Iban jugando los niños
en el entorno dichoso,
entre muestras de cariños
con su sonido armonioso.
Vecinas y familiares
en la tarde toledana,
hicieron de sus lugares
muchas tertulias humanas.
La caída de la tarde
cuando el Sol iba muriendo,
la gente nunca vio en balde
lo que allí se fue sintiendo.
Los niños siempre jugando
no quieren entrar en casa,
prefieren seguir hablando
mientras que la tarde pasa.
Los padres llegan cansados
de trabajar sus labores,
con jornales mal pagados
envueltos entre sudores.
Villanueva de Alcardete
tiene sus historias vivas,
algunas son el membrete
de las mentes colectivas.
Rosario Fajardo Blanco.
En las tierras toledanas
entre sus viejas costumbres,
muchas vecinas cercanas
hicieron del Sol las lumbres.
Costumbres llenas de vida
en esas tierras manchegas,
donde la tarde elegida
hablaban de campo y siegas.
Tertulias con sus encantos
de las gentes de esta tierra,
algunas con bellos cantos
que solo la mente encierra.
Iban jugando los niños
en el entorno dichoso,
entre muestras de cariños
con su sonido armonioso.
Vecinas y familiares
en la tarde toledana,
hicieron de sus lugares
muchas tertulias humanas.
La caída de la tarde
cuando el Sol iba muriendo,
la gente nunca vio en balde
lo que allí se fue sintiendo.
Los niños siempre jugando
no quieren entrar en casa,
prefieren seguir hablando
mientras que la tarde pasa.
Los padres llegan cansados
de trabajar sus labores,
con jornales mal pagados
envueltos entre sudores.
Villanueva de Alcardete
tiene sus historias vivas,
algunas son el membrete
de las mentes colectivas.
Rosario Fajardo Blanco.