SOBRE LLANURAS MANCHEGAS
Sobre llanuras manchegas
en las tierras toledanas,
hay parcelas que se riegan
al ser secas sus mañanas.
Cuando las lluvias se niegan
entre calores constantes,
los verdores se nos pliegan
al vivir malos instantes.
Llanuras con olivares
que dejan poquitas lluvias,
son esos dignos lugares
donde corren nubes turbias.
Villanueva se refleja
en sus viñedos gozosos,
hay sequía que acompleja
en los veranos odiosos.
La luz del sol va brillando
sobre los verdes viñedos,
y el campo viene notando
sus sequías con enredos.
Por La Mancha toledana
se viven muchos recuerdos,
hablan de la vida sana
y de sus momentos cuerdos.
La Mancha da vibraciones
que se llevan con decoro,
y algunos hacen canciones
que se cantan en su coro.
Paisajes en la memoria
que no buscan el olvido,
esta tierra tiene historia
de ser terreno elegido.
Entre sombras que se pierden
y sembrados protegidos,
los campos se ven tan verdes
que nos dejan sorprendidos.
G X Cantalapiedra.
Sobre llanuras manchegas
en las tierras toledanas,
hay parcelas que se riegan
al ser secas sus mañanas.
Cuando las lluvias se niegan
entre calores constantes,
los verdores se nos pliegan
al vivir malos instantes.
Llanuras con olivares
que dejan poquitas lluvias,
son esos dignos lugares
donde corren nubes turbias.
Villanueva se refleja
en sus viñedos gozosos,
hay sequía que acompleja
en los veranos odiosos.
La luz del sol va brillando
sobre los verdes viñedos,
y el campo viene notando
sus sequías con enredos.
Por La Mancha toledana
se viven muchos recuerdos,
hablan de la vida sana
y de sus momentos cuerdos.
La Mancha da vibraciones
que se llevan con decoro,
y algunos hacen canciones
que se cantan en su coro.
Paisajes en la memoria
que no buscan el olvido,
esta tierra tiene historia
de ser terreno elegido.
Entre sombras que se pierden
y sembrados protegidos,
los campos se ven tan verdes
que nos dejan sorprendidos.
G X Cantalapiedra.