CUENTAN LAS VIEJAS LEYENDAS
Cuentan las viejas leyendas
de ver a Cristo en La Mancha,
que quiso pisar sus sendas
en un ambiente que engancha.
Caminos con sus llanuras
entre molinos de viento,
donde se vieron diabluras
que causaron sufrimiento.
Cristo nos dejó sus huellas
entre sufridos cristianos,
que miraron las estrellas
al sentirse más humanos.
Hablan de viejas leyendas
con sus caprichos airosos,
que dijeron ver las riendas
de labradores marchosos.
Luces en el firmamento
repleto de fantasía,
caminos para el invento
que pueden dar armonía.
Cuando las noches son bellas
y las estrellas relucen,
piensas en noches de aquellas
donde los sueños seducen.
Hay caminos en La Mancha
que puede pisarlos Cristo,
donde el viento en avalancha
parece que está mal visto.
Senderos que van surgiendo
sobre llanuras dichosas,
con signos que vas viviendo
sin que brillen muchas rosas.
En La Mancha toledana
se conocen los lamentos,
de alguna dura mañana
que solo da descontentos.
G X Cantalapiedra.
Cuentan las viejas leyendas
de ver a Cristo en La Mancha,
que quiso pisar sus sendas
en un ambiente que engancha.
Caminos con sus llanuras
entre molinos de viento,
donde se vieron diabluras
que causaron sufrimiento.
Cristo nos dejó sus huellas
entre sufridos cristianos,
que miraron las estrellas
al sentirse más humanos.
Hablan de viejas leyendas
con sus caprichos airosos,
que dijeron ver las riendas
de labradores marchosos.
Luces en el firmamento
repleto de fantasía,
caminos para el invento
que pueden dar armonía.
Cuando las noches son bellas
y las estrellas relucen,
piensas en noches de aquellas
donde los sueños seducen.
Hay caminos en La Mancha
que puede pisarlos Cristo,
donde el viento en avalancha
parece que está mal visto.
Senderos que van surgiendo
sobre llanuras dichosas,
con signos que vas viviendo
sin que brillen muchas rosas.
En La Mancha toledana
se conocen los lamentos,
de alguna dura mañana
que solo da descontentos.
G X Cantalapiedra.