AQUEL MANCHEGO DE RUMBO EQUIVOCADO
Se equivocó de camino, sin conocer si fue largo,
en su pensamiento fino tan solo vio vino amargo.
Prendado de las riquezas tuvo un sueño mal llevado,
cometiendo esas torpezas que te anulan como honrado.
Tuvo momentos brillantes entre gestos mal mirados,
y supo en ciertos instantes que era un rumbo de pagados.
Con frases equivocadas trato de seguir amando,
y notó ciertas miradas que se fueron apagando.
En sus noches de placeres supo de amor encantado,
y besando a las mujeres quiso sentirse anhelado.
Pero todo se termina cuando el amor es comprado,
la mirada determina ese tiempo mal llevado.
Al regresar a su tierra como un hombre bien plantado,
en su memoria se encierra aquel recuerdo privado.
El amor tiene su precio que no suele ser pagado,
cuando no existe desprecio es un amor bien llevado.
Aquel hombre toledano bien repleto de humanismo,
resulto ser tan humano que nunca quiso el abismo.
Disfruto de las mujeres entre luces y bordados,
sabiendo que los placeres algunos siguen pagados.
Con la mirada perdida por sus calles se fue andando,
aquella vida elegida el tiempo la fue apagando.
La vida le fue marcando entre brisas toledanas,
su mente le sigue hablando con frases siempre cristianas.
Despreciando ciertos lujos entre frases amargadas,
no queriendo los influjos de las palabras marcadas.
La verdad busca camino, sin preguntar por andadas,
cada cual guarda su signo con sus noches mal llevadas.
Al regresar a La Mancha en las noches marginadas,
algo en su pecho se ensancha alegrando sus pisadas.
G X Cantalapiedra.
Se equivocó de camino, sin conocer si fue largo,
en su pensamiento fino tan solo vio vino amargo.
Prendado de las riquezas tuvo un sueño mal llevado,
cometiendo esas torpezas que te anulan como honrado.
Tuvo momentos brillantes entre gestos mal mirados,
y supo en ciertos instantes que era un rumbo de pagados.
Con frases equivocadas trato de seguir amando,
y notó ciertas miradas que se fueron apagando.
En sus noches de placeres supo de amor encantado,
y besando a las mujeres quiso sentirse anhelado.
Pero todo se termina cuando el amor es comprado,
la mirada determina ese tiempo mal llevado.
Al regresar a su tierra como un hombre bien plantado,
en su memoria se encierra aquel recuerdo privado.
El amor tiene su precio que no suele ser pagado,
cuando no existe desprecio es un amor bien llevado.
Aquel hombre toledano bien repleto de humanismo,
resulto ser tan humano que nunca quiso el abismo.
Disfruto de las mujeres entre luces y bordados,
sabiendo que los placeres algunos siguen pagados.
Con la mirada perdida por sus calles se fue andando,
aquella vida elegida el tiempo la fue apagando.
La vida le fue marcando entre brisas toledanas,
su mente le sigue hablando con frases siempre cristianas.
Despreciando ciertos lujos entre frases amargadas,
no queriendo los influjos de las palabras marcadas.
La verdad busca camino, sin preguntar por andadas,
cada cual guarda su signo con sus noches mal llevadas.
Al regresar a La Mancha en las noches marginadas,
algo en su pecho se ensancha alegrando sus pisadas.
G X Cantalapiedra.