CUANDO LA MENTE RECUERDA
Hay momentos en la vida donde vuelan los recuerdos,
al ver borrar la partida de los grises desacuerdos.
Cuando la mente recurre a los momentos inciertos,
tan solo a veces ocurre que se presentan los muertos.
No vale romper cadenas, ni sirve borrar complejos,
las costumbres si son buenas no se deben dejar lejos.
La mente vive pensando sin comprender los reflejos,
hay gestos que van triunfando mientras no quieren espejos.
Los caminos de La Mancha son fríos en el invierno,
más el verano se engancha con el calor del infierno.
Buscando sombras perdidas el corazón va gritando,
existes horas queridas donde se vive sudando.
No sirve poner barreras a los calores manchegos,
ellos no quieren fronteras aunque les gusten sus riegos.
Verano que va pasando con sus calores a plomo,
el ambiente está pensando que la sequía es el colmo.
Estos calores forzados de perezas sin decoros,
nos parecen encantados al ver que brillan los coros.
El sol viene calentando sobre las grandes llanuras,
La Mancha vive pensando en ser campos de dulzuras.
Sin pensar en el pasado con el corazón erguido,
el inmigrante ha llegado a ser un desconocido.
Los recuerdos se amortiguan entre viejos sentimientos,
y muchas veces se cuidan para anular sufrimientos.
Los calores del verano se sufren sin tremendismo,
cada cual tiende su mano al sufrido consumismo.
Estas fechas temerosas del corazón del verano,
dicen que fueron dichosas al no ser un tiempo vano.
Cuando aflojen los calores y el verano se marchite,
se verán crecer amores y el viento quizá nos grite.
G X Cantalapiedra.
Hay momentos en la vida donde vuelan los recuerdos,
al ver borrar la partida de los grises desacuerdos.
Cuando la mente recurre a los momentos inciertos,
tan solo a veces ocurre que se presentan los muertos.
No vale romper cadenas, ni sirve borrar complejos,
las costumbres si son buenas no se deben dejar lejos.
La mente vive pensando sin comprender los reflejos,
hay gestos que van triunfando mientras no quieren espejos.
Los caminos de La Mancha son fríos en el invierno,
más el verano se engancha con el calor del infierno.
Buscando sombras perdidas el corazón va gritando,
existes horas queridas donde se vive sudando.
No sirve poner barreras a los calores manchegos,
ellos no quieren fronteras aunque les gusten sus riegos.
Verano que va pasando con sus calores a plomo,
el ambiente está pensando que la sequía es el colmo.
Estos calores forzados de perezas sin decoros,
nos parecen encantados al ver que brillan los coros.
El sol viene calentando sobre las grandes llanuras,
La Mancha vive pensando en ser campos de dulzuras.
Sin pensar en el pasado con el corazón erguido,
el inmigrante ha llegado a ser un desconocido.
Los recuerdos se amortiguan entre viejos sentimientos,
y muchas veces se cuidan para anular sufrimientos.
Los calores del verano se sufren sin tremendismo,
cada cual tiende su mano al sufrido consumismo.
Estas fechas temerosas del corazón del verano,
dicen que fueron dichosas al no ser un tiempo vano.
Cuando aflojen los calores y el verano se marchite,
se verán crecer amores y el viento quizá nos grite.
G X Cantalapiedra.