MANCHEGOS EN LEVANTE
Fueron años de aventuras
que buscaban alicientes,
nadie quiso hacer diabluras
ni ser hombres penitentes.
Pisando viejos caminos
para llegar a Levante,
cada cual buscando signos
y algunos en Alicante.
Atrás dejaron su tierra
para mirar adelante,
en su corazón se encierra
ser un perfecto inmigrante.
Con el corazón marcando
sus más queridos semblantes,
a veces fueron buscando
esos trabajos constantes.
Levante les dio cobijo
para seguir progresando,
de vez en cuando algún hijo
al que fueron educando.
Echando nuevas raíces
por las tierras levantinas,
curaron sus cicatrices
en ciertas rutas divinas.
Se van pasando los años
de ser gentes inmigrantes,
atrás quedaron los daños
al sufrir muchos instantes.
Los caminos de La Mancha
llevaron muchas promesas,
en su pasado se engancha
las dudas cuando regresan.
No sirven ciertas palabras
en momentos doloridos,
la vida no quiere trabas
ni ver los campos perdidos.
G X Cantalapiedra.
Fueron años de aventuras
que buscaban alicientes,
nadie quiso hacer diabluras
ni ser hombres penitentes.
Pisando viejos caminos
para llegar a Levante,
cada cual buscando signos
y algunos en Alicante.
Atrás dejaron su tierra
para mirar adelante,
en su corazón se encierra
ser un perfecto inmigrante.
Con el corazón marcando
sus más queridos semblantes,
a veces fueron buscando
esos trabajos constantes.
Levante les dio cobijo
para seguir progresando,
de vez en cuando algún hijo
al que fueron educando.
Echando nuevas raíces
por las tierras levantinas,
curaron sus cicatrices
en ciertas rutas divinas.
Se van pasando los años
de ser gentes inmigrantes,
atrás quedaron los daños
al sufrir muchos instantes.
Los caminos de La Mancha
llevaron muchas promesas,
en su pasado se engancha
las dudas cuando regresan.
No sirven ciertas palabras
en momentos doloridos,
la vida no quiere trabas
ni ver los campos perdidos.
G X Cantalapiedra.