TOLEDANOS DEL SILENCIO
En aquel tiempo remoto
donde el frío dejó huellas,
alguien habló de algún coto
en las mañanas más bellas.
Toledanos con misterios,
soñadores del progreso,
en ciertos momentos serios
supieron callar su peso.
Hombres con grandes arrugas
que les trazaron los vientos,
en sus tristes singladuras
supieron de sufrimientos.
Toledanos de La Mancha
serios en sus sentimientos,
el calor que allí se engancha
sabe gastar los alientos.
Caminando por su campos,
regando sudores nuevos,
supieron de grandes llantos
y de los momentos tiernos.
Raíces que son leyendas
de Quijotes y labriegos,
que recorrieron sus sendas
y muchos campos manchegos.
Cuando se siente la tierra
que fue cuna de tus sueños,
en el corazón se encierra
no querer vivir empeños.
Manchegos y toledanos
con el alma sobre el pecho,
en sus semblantes humanos
quieren sentir su derecho.
Las luces de la alborada
vienen dejando reflejos,
el campo en la madrugada
siempre elimina complejos.
G X Cantalapiedra.
En aquel tiempo remoto
donde el frío dejó huellas,
alguien habló de algún coto
en las mañanas más bellas.
Toledanos con misterios,
soñadores del progreso,
en ciertos momentos serios
supieron callar su peso.
Hombres con grandes arrugas
que les trazaron los vientos,
en sus tristes singladuras
supieron de sufrimientos.
Toledanos de La Mancha
serios en sus sentimientos,
el calor que allí se engancha
sabe gastar los alientos.
Caminando por su campos,
regando sudores nuevos,
supieron de grandes llantos
y de los momentos tiernos.
Raíces que son leyendas
de Quijotes y labriegos,
que recorrieron sus sendas
y muchos campos manchegos.
Cuando se siente la tierra
que fue cuna de tus sueños,
en el corazón se encierra
no querer vivir empeños.
Manchegos y toledanos
con el alma sobre el pecho,
en sus semblantes humanos
quieren sentir su derecho.
Las luces de la alborada
vienen dejando reflejos,
el campo en la madrugada
siempre elimina complejos.
G X Cantalapiedra.