VILLANUEVA DE ALCARDETE: AQUEL JOVEN CAMPESINO DE LA MANCHA...

AQUEL JOVEN CAMPESINO DE LA MANCHA
El año de 1964, aquel joven con tan solo 18, años, abandono su tierra Manchega toledana, para empezar una nueva vida en la capital de España. El apenas sabia otro oficio, que el de trabajar las viñas y olivas de su tierra, pero al sentirse joven decidió, salir a buscar una nueva vida, eso sí, antes de salir de su pueblo, como dirían los castizos manchegos, tuvo la osadía de tratar de salir con una joven de su calle, pero con unos padres ricos y encima ser hija única, que la proporcionaban toda clase de lujos de entonces, la joven una noche anterior de su marcha, le recrimino que solo era un vulgar campesino, y que ella no le quería ni escuchar. Aquel joven se sintió defraudado, el intentaba desarrollarse en la vida con su esfuerzo y trabajo. Pero el rechazo frontal de aquella vecina, le había dejado por el suelo su moral. Entonces sin dudarlo, inicio su marcha a la gran ciudad, de Madrid. Donde comenzó trabajando en un garaje, y desde allí a una fábrica importante de coches, todo su recorrido se fue desarrollando sin muchos problemas, y sin pisar apenas su pueblo, donde tenía guardado aquel mal recuerdo de amores. El servicio militar obligatorio, le llevo a ser chofer de un coronel, y al salir de allí licenciado empezó su vida de trabajador en fábrica. La vida le fue sonriendo, incluso tocándole la lotería, y empezando negocios mayores en garajes y talleres, más de vez en cuando, pensaba en su pueblo, en aquella moza, guapa y salerosa, que no le hizo el menor caso, y que con el tiempo ella se llegó a enterar de sus posesiones económicas, y de la chulería que tenía cuando regresaba a su pueblo, del que se marchó como diría un paisano de él, con una mano de tras de la otra, y sin apenas dinero, pero muchas veces aquel joven ya mayor, lo que quería era darle un corte de mangas, a la joven que ya era una señora mayor con nietos, Todo aquello quedaba entre los dos, ya que nadie sabía que había recibido unas calabazas amorosas hacía años. Y el amargor de aquel fracaso de joven de dieciocho años, continuaba en la mente del aquel triunfador en Madrid, que no pasaba de ser un inmigrante fanfarrón, para los conocidos de su edad, en aquel lugar de La Mancha, que como el diría cierta vez cuando fue joven. Un pueblo de La Mancha de cuyo nombre no quiero acordarme. Pero donde un día del mes de agosto, del año 2000, intento comprarle al marido de aquella mujer a la que él había pretendido, todas sus fincas o sea su capital de labrador, el marido le comento a su esposa el detalle tan atrevido de aquel inmigrante, con el que su marido nunca tuvo amistad, La esposa le grito al marido. “Ni se te ocurra venderle nada a ese creído fanfarrón, que sabrá dios de donde saco el dinero, aquí solo tenía caspa en la cabeza, y miseria en su casa de trabajador de viñas, incluso ni gorra tuvo algunas veces por falta de dinero. Aquellas palabras encendidas de la mujer, le hicieron pensar a su marido, que nunca supo nada de aquel encuentro de los dos jóvenes en su propia calle. El destino les ponía frente a frente, el inmigrante mucho más rico que ella, que tan solo mantenían lo que heredaron de sus padres al morir de mayores, La vida se puso muy difícil para la mujer, teniendo que ocultar el porqué de sus respuestas tan duras. El joven ya mayor continuo visitando su pueblo y haciendo alarde de ser un hombre rico, aunque sus amigos de la infancia pasaban de él, al verle tan echado para adelante, y seguían con sus familias unidos, sin apenas dar explicaciones, de aquel joven que soñaba con ser un vengador, y que tan solo lograba, poner cabreados algunos vecinos suyos. La vida es así de dura y cruel, y los inmigrantes sabemos los calvarios que sufrimos algunas veces, pero debemos de dejar diferencias económicas aparte, LA FELICIDAD NO SE COMPRA CON EL DINERO… G X Cantalapiedra..