LLANURAS DE LA MANCHA TOLEDANA
Sentir la tierra con fuerza, cuando las pestes nos llegan, sin tener nunca pereza si las ideas se pliegan. La tierra se lleva dentro, con sus problemas profundos, y puedes sentir su centro en los momentos agudos. Esta peste tenebrosa, que deja rotos los sueños, tiene que ser horrorosa haciendo muchos empeños. Las llanuras de La Mancha suelen ser limpios espejos, donde la mente se engancha incluso de campos lejos. Don Quijote cabalgando con sus espadas de acero, puede que siga pensando el poder llegar al Duero. Llanuras que son verdades, terrenos del romancero, paisajes de soledades del Quijote caballero. Dejar que siga la vida, el virus debe ser fiero, La Mancha seguirá erguida a este virus traicionero. Ser toledano en La Mancha, es conocer sus secretos, en el pasado se engancha,
ciertos molinos inquietos. Las llanuras de La Mancha con vientos de romancero, hacen que el dolor se ensancha con su ruido traicionero. Cuando se acabe la peste, si el dolor se lleva dentro, puede que a veces nos reste y siga siendo un mal centro. Caminantes de La Mancha que sueñan amor sincero, temen que el virus en plancha sea una lanza de acero. Villanueva sigue viva, el virus es un veneno, teniendo la mente activa al virus le pones freno. Rosario Fajardo Blanco. 7 – 4 - 2020.
Sentir la tierra con fuerza, cuando las pestes nos llegan, sin tener nunca pereza si las ideas se pliegan. La tierra se lleva dentro, con sus problemas profundos, y puedes sentir su centro en los momentos agudos. Esta peste tenebrosa, que deja rotos los sueños, tiene que ser horrorosa haciendo muchos empeños. Las llanuras de La Mancha suelen ser limpios espejos, donde la mente se engancha incluso de campos lejos. Don Quijote cabalgando con sus espadas de acero, puede que siga pensando el poder llegar al Duero. Llanuras que son verdades, terrenos del romancero, paisajes de soledades del Quijote caballero. Dejar que siga la vida, el virus debe ser fiero, La Mancha seguirá erguida a este virus traicionero. Ser toledano en La Mancha, es conocer sus secretos, en el pasado se engancha,
ciertos molinos inquietos. Las llanuras de La Mancha con vientos de romancero, hacen que el dolor se ensancha con su ruido traicionero. Cuando se acabe la peste, si el dolor se lleva dentro, puede que a veces nos reste y siga siendo un mal centro. Caminantes de La Mancha que sueñan amor sincero, temen que el virus en plancha sea una lanza de acero. Villanueva sigue viva, el virus es un veneno, teniendo la mente activa al virus le pones freno. Rosario Fajardo Blanco. 7 – 4 - 2020.