EL VIRUS CORONA SIGUE ESCONDIDO EN LOS CAMPOS MANCHEGOS.
No podemos ser tranquilos, ni buscar las buenas sendas, el virus no tiene amigos, ni suele cobrar las rentas. Es un tremendo enemigo que recorre cualquier senda, y te deja su castigo como cruel penitencia. Los que sufrieron sus garras, y sienten seguir enfermos, conocen sus negras trabas y sus futuros inciertos. Al ponerte mascarillas el virus nota los frenos, y si no son maravillas apartan muchos venenos. Escondido entre viñedos para seguir machacando, dicen que tiene los credos de un rayo que va dañando. Esta pandemia asesina que no respeta caminos, nadie la siente divina al ver sus tristes destinos. Hablan que sigue las noches buscando los desatinos, y a nadie le hace reproches ni le deja buenos vinos. Esta peste temerosa, que si quisiera hilar fino, hoy nos parece horrorosa y nadie sabe su signo. Los manchegos esperando que deje en paz sus caminos, y el virus flota pensando que nunca tuvo adivinos. Sus males son temerosos, fastidiosos como filos, muchas veces horrorosos almacenados en silos. Las mascarillas son freno, que le arrinconan sus brillos, ellos son puro veneno que matará hasta los grillos. No le digamos que pase, ni le demos el cumplido, su maldad no tiene base y quiere verte vencido. Estos males son fatales, van destrozando tu estilo, que algunos llaman mortales cuando te daña su filo. No vale ser fanfarrones, ni sirve brindar con vinos, ellos ocupan rincones para amargar muchos signos. La Mancha tiene lugares que la pandemia ha aprendido, y dejó muertes a pares sin verse nunca extinguido. Frenarle con mascarillas para no ser mal heridos, hoy no se ven maravillas y si los sueños perdidos. Estos caminos manchegos llenos de gentes honradas, hoy pueden lanzar sus ruegos sin ser horas mal pasadas. Cuando los virus se marchen con la fría madrugada, y algunas penas se enganchen veremos la frente alzada. Si acaso vuelve el rebrote con sus muertes anunciadas, no valdrá ponerle mote sobre las tumbas usadas. Prevenciones sin descanso para frenarle sus daños, el virus nunca fue manso ni le asustaron los años. Manchegos con sus defensas de las distancias guardadas, las mascarillas muy tensas y las mentes despejadas. G X Cantalapiedra. 24 - 5 - 2020.
No podemos ser tranquilos, ni buscar las buenas sendas, el virus no tiene amigos, ni suele cobrar las rentas. Es un tremendo enemigo que recorre cualquier senda, y te deja su castigo como cruel penitencia. Los que sufrieron sus garras, y sienten seguir enfermos, conocen sus negras trabas y sus futuros inciertos. Al ponerte mascarillas el virus nota los frenos, y si no son maravillas apartan muchos venenos. Escondido entre viñedos para seguir machacando, dicen que tiene los credos de un rayo que va dañando. Esta pandemia asesina que no respeta caminos, nadie la siente divina al ver sus tristes destinos. Hablan que sigue las noches buscando los desatinos, y a nadie le hace reproches ni le deja buenos vinos. Esta peste temerosa, que si quisiera hilar fino, hoy nos parece horrorosa y nadie sabe su signo. Los manchegos esperando que deje en paz sus caminos, y el virus flota pensando que nunca tuvo adivinos. Sus males son temerosos, fastidiosos como filos, muchas veces horrorosos almacenados en silos. Las mascarillas son freno, que le arrinconan sus brillos, ellos son puro veneno que matará hasta los grillos. No le digamos que pase, ni le demos el cumplido, su maldad no tiene base y quiere verte vencido. Estos males son fatales, van destrozando tu estilo, que algunos llaman mortales cuando te daña su filo. No vale ser fanfarrones, ni sirve brindar con vinos, ellos ocupan rincones para amargar muchos signos. La Mancha tiene lugares que la pandemia ha aprendido, y dejó muertes a pares sin verse nunca extinguido. Frenarle con mascarillas para no ser mal heridos, hoy no se ven maravillas y si los sueños perdidos. Estos caminos manchegos llenos de gentes honradas, hoy pueden lanzar sus ruegos sin ser horas mal pasadas. Cuando los virus se marchen con la fría madrugada, y algunas penas se enganchen veremos la frente alzada. Si acaso vuelve el rebrote con sus muertes anunciadas, no valdrá ponerle mote sobre las tumbas usadas. Prevenciones sin descanso para frenarle sus daños, el virus nunca fue manso ni le asustaron los años. Manchegos con sus defensas de las distancias guardadas, las mascarillas muy tensas y las mentes despejadas. G X Cantalapiedra. 24 - 5 - 2020.