POR LAS LLANURAS DE LA MANCHA,
VILLANUEVA DE ALCARDETE
En ciertos años pasados, los emigrantes marcharon, dejando ciertos instantes muchos sueños desfondados. Años de luces y sombras con caminos acotados, algunos al extranjero pero sin pasar de largo. Hubo historias con sus penas entre los sufridos llantos, algunas horas serenas dudaron de ver encantos. En Villanueva dejaron sus costumbres y milagros, luego más tarde entendieron que el mundo se vuelve raro. Cuando sobran los consejos, cuando no queda salario, cuando miras desde lejos lo duro de algún calvario, Sientes las penas contigo, buscas el ser solidario, y temes vivir castigo en un mundo estrafalario. Cuando sobran las razones, cuanto te falta el trabajo, si tiemblan los corazones quisieras ver un buen tajo. Los emigrantes manchegos forjadores sin reparos, que fueron grandes labriegos sin dejar sus mundos claros. Cuando la tierra te tira, cuando el hambre es un diario, la mente sufre y se estira para ganar un salario. Inmigrantes de otras fechas, años de bajos salarios, con muchas penas de brechas entre lamentos muy varios. Por Las llanuras Manchegas como caminaba Sancho, hasta las penas despliegan al ver el campo tan ancho. Cuando los vientos azotan los viñedos bien plantados, muchas historias nos brotan en momentos delicados. Los manchegos con raíces saben mucho de sus campos, y no quieren cicatrices y mucho menos los llantos. Cuando se viven historias de amores y sobresaltos, pueden fallar las memorias y sembrar los desencantos. Por las llanuras manchegas entre sonidos guardados, muchas gentes buscan vegas por ver sus campos regados. El ayer tuvo su historia, el mañana no es contado, el virus nunca fue gloria y dejó muertos al lado. Villanueva de leyendas entre pasos no olvidados, dicen que tienen las riendas de otros sueños marginados. Los corazones sintiendo esos campos admirados, que van por siempre ofreciendo lugares muy recordados.
G X Cantalapiedra. 28 – 6 – 2020.
VILLANUEVA DE ALCARDETE
En ciertos años pasados, los emigrantes marcharon, dejando ciertos instantes muchos sueños desfondados. Años de luces y sombras con caminos acotados, algunos al extranjero pero sin pasar de largo. Hubo historias con sus penas entre los sufridos llantos, algunas horas serenas dudaron de ver encantos. En Villanueva dejaron sus costumbres y milagros, luego más tarde entendieron que el mundo se vuelve raro. Cuando sobran los consejos, cuando no queda salario, cuando miras desde lejos lo duro de algún calvario, Sientes las penas contigo, buscas el ser solidario, y temes vivir castigo en un mundo estrafalario. Cuando sobran las razones, cuanto te falta el trabajo, si tiemblan los corazones quisieras ver un buen tajo. Los emigrantes manchegos forjadores sin reparos, que fueron grandes labriegos sin dejar sus mundos claros. Cuando la tierra te tira, cuando el hambre es un diario, la mente sufre y se estira para ganar un salario. Inmigrantes de otras fechas, años de bajos salarios, con muchas penas de brechas entre lamentos muy varios. Por Las llanuras Manchegas como caminaba Sancho, hasta las penas despliegan al ver el campo tan ancho. Cuando los vientos azotan los viñedos bien plantados, muchas historias nos brotan en momentos delicados. Los manchegos con raíces saben mucho de sus campos, y no quieren cicatrices y mucho menos los llantos. Cuando se viven historias de amores y sobresaltos, pueden fallar las memorias y sembrar los desencantos. Por las llanuras manchegas entre sonidos guardados, muchas gentes buscan vegas por ver sus campos regados. El ayer tuvo su historia, el mañana no es contado, el virus nunca fue gloria y dejó muertos al lado. Villanueva de leyendas entre pasos no olvidados, dicen que tienen las riendas de otros sueños marginados. Los corazones sintiendo esos campos admirados, que van por siempre ofreciendo lugares muy recordados.
G X Cantalapiedra. 28 – 6 – 2020.