CUANDO SE GIRAN LOS VIENTOS
Cuando soñamos dulzuras
en los caminos manchegos,
a veces ves amarguras
que caminan entre ruegos.
Hay caminos en La Mancha
que siempre te dan consuelo,
y alguna vieja revancha
de dudas sobre su suelo.
Cuando se giran los vientos
en las tardes de verano,
acuden los sufrimientos
sin ver el futuro sano.
Los vientos de las llanuras
a veces van desbocados,
corren dejando diabluras
sin verse nunca encerrados.
Hay vientos por los caminos
que recorrieron sembrados,
y dejaron desatinos
en los barbechos cuidados.
Cuando los vientos nos marcan
esas horas de locura,
en el corazón se embarcan
frases que son amargura.
Manchegos que van dejando
sus huellas de labradores,
la tierra les va abrazando
cuando riegan con sudores.
Sin mirar al horizonte
la soledad es su meta,
que parece ser resorte
de su gente tan inquieta.
El Sol les va calentando
durante muchas jornadas,
en su piel se va quedando
lo duro de sus andadas.
G X Cantalapiedra.
29 – 6 – 2020.
Cuando soñamos dulzuras
en los caminos manchegos,
a veces ves amarguras
que caminan entre ruegos.
Hay caminos en La Mancha
que siempre te dan consuelo,
y alguna vieja revancha
de dudas sobre su suelo.
Cuando se giran los vientos
en las tardes de verano,
acuden los sufrimientos
sin ver el futuro sano.
Los vientos de las llanuras
a veces van desbocados,
corren dejando diabluras
sin verse nunca encerrados.
Hay vientos por los caminos
que recorrieron sembrados,
y dejaron desatinos
en los barbechos cuidados.
Cuando los vientos nos marcan
esas horas de locura,
en el corazón se embarcan
frases que son amargura.
Manchegos que van dejando
sus huellas de labradores,
la tierra les va abrazando
cuando riegan con sudores.
Sin mirar al horizonte
la soledad es su meta,
que parece ser resorte
de su gente tan inquieta.
El Sol les va calentando
durante muchas jornadas,
en su piel se va quedando
lo duro de sus andadas.
G X Cantalapiedra.
29 – 6 – 2020.