VILLANUEVA ENTRE CALORES DEL VERANO
En esas tierras manchegas
donde se sienten calores,
los sudores se despliegan
y a veces dan sinsabores.
Las noches son temerosas
con los descansos dañados,
no corren brisas dichosas
en estos días soñados.
Cuando el sol viene pegando
por las llanuras inmensas,
el labrador va pensando
que no existan horas tensas.
Los viñedos cabizbajos
aguantan temperaturas,
y se buscan los atajos
en estas jornadas duras.
Por estos campos manchegos
donde las brisas descansan,
apenas quedan los riegos
y los calores nos cansan.
El verano no perdona
con ese sol de constancia,
donde nadie se ilusiona
sin debe guardar distancia.
Calores que rompen sueños
en las noches delicadas,
que no pueden ser risueños
con sus brisas desganadas.
El calor marca caminos,
los sudores no te engañan,
estos días son cretinos
y muchas mentes lo extrañan.
No quedan más soluciones
que marcar nueva esperanza,
nadie sabe las razones
de este calor y su danza.
G X Cantalapiedra.
24 – 7 – 2020.
En esas tierras manchegas
donde se sienten calores,
los sudores se despliegan
y a veces dan sinsabores.
Las noches son temerosas
con los descansos dañados,
no corren brisas dichosas
en estos días soñados.
Cuando el sol viene pegando
por las llanuras inmensas,
el labrador va pensando
que no existan horas tensas.
Los viñedos cabizbajos
aguantan temperaturas,
y se buscan los atajos
en estas jornadas duras.
Por estos campos manchegos
donde las brisas descansan,
apenas quedan los riegos
y los calores nos cansan.
El verano no perdona
con ese sol de constancia,
donde nadie se ilusiona
sin debe guardar distancia.
Calores que rompen sueños
en las noches delicadas,
que no pueden ser risueños
con sus brisas desganadas.
El calor marca caminos,
los sudores no te engañan,
estos días son cretinos
y muchas mentes lo extrañan.
No quedan más soluciones
que marcar nueva esperanza,
nadie sabe las razones
de este calor y su danza.
G X Cantalapiedra.
24 – 7 – 2020.