CUANDO LOS REYES MAGOS PISABAN LA MANCHA
Fueron tiempos de tristezas con vientos enmarañados,
sin querer sufrir torpezas ni caminos acotados.
Los Reyes Magos andaban por los bonitos caminos,
por La Mancha se adoraban y eran sus signos divinos.
Reyes cargados de ropa, entre muñecos erguidos,
de vez en cuando una copa daba sueños elegidos.
Muchos niños esperando la madrugada sin sueño,
en sus almas bien pensando buscaban tiempo risueño.
Zapatos con ilusiones para vivir la bonanza,
que sufrieron confusiones en su bonita templanza.
Madrugadas de paciencia en los padres orgullosos,
que volcaron en su ciencia aquellos ratos dichosos.
Las llanuras de La Mancha trazan sueños bien llevados,
sobre la historia te engancha y vives días logrados.
Campos que marcan veredas, con viñedos enclavados,
sobre sarmientos te enredas en los días destacados.
Villanueva fue testigo de los días señalados,
donde el frío fue castigo en hogares delicados.
Días que dejan recuerdos, calles que tienen sus lazos,
humanos que fueron cuerdos con la fuerza de sus brazos.
Esta tierra toledana, cargada de tradiciones,
me parece más cristiana al notar sus sensaciones.
Estas frías navidades llenas de triste paciencia,
nos dejan enfermedades que no conocen clemencia.
Estos tiempos de pandemia donde afloran realidades,
son esa dura tragedia que te dan ciertas verdades.
G X Cantalapiedra.
Fueron tiempos de tristezas con vientos enmarañados,
sin querer sufrir torpezas ni caminos acotados.
Los Reyes Magos andaban por los bonitos caminos,
por La Mancha se adoraban y eran sus signos divinos.
Reyes cargados de ropa, entre muñecos erguidos,
de vez en cuando una copa daba sueños elegidos.
Muchos niños esperando la madrugada sin sueño,
en sus almas bien pensando buscaban tiempo risueño.
Zapatos con ilusiones para vivir la bonanza,
que sufrieron confusiones en su bonita templanza.
Madrugadas de paciencia en los padres orgullosos,
que volcaron en su ciencia aquellos ratos dichosos.
Las llanuras de La Mancha trazan sueños bien llevados,
sobre la historia te engancha y vives días logrados.
Campos que marcan veredas, con viñedos enclavados,
sobre sarmientos te enredas en los días destacados.
Villanueva fue testigo de los días señalados,
donde el frío fue castigo en hogares delicados.
Días que dejan recuerdos, calles que tienen sus lazos,
humanos que fueron cuerdos con la fuerza de sus brazos.
Esta tierra toledana, cargada de tradiciones,
me parece más cristiana al notar sus sensaciones.
Estas frías navidades llenas de triste paciencia,
nos dejan enfermedades que no conocen clemencia.
Estos tiempos de pandemia donde afloran realidades,
son esa dura tragedia que te dan ciertas verdades.
G X Cantalapiedra.