CUANDO LA PANDEMIA NOS ATACA
Dicen que vino deprisa sin temer la madrugada, y que su virus no avisa dejando gente dañada. Cuando la pandemia ataca con sus garras infernales, dicen que siempre destaca con sus vientos tan fatales. Entre sombras de la noche y brisas de la mañana, la pandemia va creciendo por la tierra castellana. En La Mancha va dejando muchas personas marcadas, a veces piensas temblando en pasadas alboradas. Deja que llegue la noche, que la casa está cerrada, hoy colocamos el broche a la puerta más cuidada. Dicen que llega corriendo buscando blancas almohadas, y que nos deja sufriendo en las noches olvidadas. Maldiciendo la pandemia como una peste probada, notamos ver la tragedia de la vida equivocada. No queremos negaciones, los muertos siempre reclaman, en algunas intenciones tan solo quieren ver llamas. Cuando la pandemia llega sobre surcos y besanas, el labrador no se pliega ni teme frías mañanas. La Mancha va padeciendo la pandemia mal llegada, sus campos están sufriendo viendo su vida dañada. La noche parece oscura, la pandemia es obcecada, la enfermedad es muy dura y no sigue caducada. Tomos guardamos el miedo en las serias madrugadas, nos asusta ver enredo de las penosas jornadas. Estamos muy preocupados en estas tristes semanas, vemos los pasos andados que son promesas mundanas. G X Cantalapiedra. 28 – 1 – 2021.
Dicen que vino deprisa sin temer la madrugada, y que su virus no avisa dejando gente dañada. Cuando la pandemia ataca con sus garras infernales, dicen que siempre destaca con sus vientos tan fatales. Entre sombras de la noche y brisas de la mañana, la pandemia va creciendo por la tierra castellana. En La Mancha va dejando muchas personas marcadas, a veces piensas temblando en pasadas alboradas. Deja que llegue la noche, que la casa está cerrada, hoy colocamos el broche a la puerta más cuidada. Dicen que llega corriendo buscando blancas almohadas, y que nos deja sufriendo en las noches olvidadas. Maldiciendo la pandemia como una peste probada, notamos ver la tragedia de la vida equivocada. No queremos negaciones, los muertos siempre reclaman, en algunas intenciones tan solo quieren ver llamas. Cuando la pandemia llega sobre surcos y besanas, el labrador no se pliega ni teme frías mañanas. La Mancha va padeciendo la pandemia mal llegada, sus campos están sufriendo viendo su vida dañada. La noche parece oscura, la pandemia es obcecada, la enfermedad es muy dura y no sigue caducada. Tomos guardamos el miedo en las serias madrugadas, nos asusta ver enredo de las penosas jornadas. Estamos muy preocupados en estas tristes semanas, vemos los pasos andados que son promesas mundanas. G X Cantalapiedra. 28 – 1 – 2021.