CAMPESINOS TOLEDANOS
Campesinos toledanos fundidos con sol y viento, hombres con paisajes planos que no perdieron aliento. Buscando las alboradas para labrar sus barbechos, y en las frías madrugadas tuvieron gestos bien hechos. Campesinos de labranzas que podaron los viñedos, entre rostros de templanzas sufrieron ciertos enredos. Esas llanuras manchegas que conocen los sudores, muchas veces se despliegan a ciertos trabajadores. Soledades toledanas sobre sus campos desiertos, sin ser sus costumbres vanas siempre buscaron aciertos. Hay caminos imposibles que corre por ellos viento, con zonas poco visibles donde queda sufrimiento. Soñar con grandes llanuras donde se pierde el paisaje, es conocer las diabluras de algún perdido linaje. Cuando la noche se acerca y están los campos gritando, la soledad es muy terca y dicen que va clamando. Las llanuras dan verdades que hacen grande la conciencia, la vida da falsedades que no las cura la ciencia. El tiempo se va volando, no precisa carretera, el viento viene gritando y a veces te desespera. No hay camino penitente que no tenga su calvario, y mucha posible gente que no sepa del salario. Campesinos de verdades cargados de sentimiento, que no quieren falsedades y temen el sufrimiento. Corren vientos toledanos que hacen nuevos pensamientos, donde dicen los cristianos que recuperan alientos. Esta pandemia maldita que deja campos desiertos, a veces el viento grita para recordar sus muertos. Esperemos que la vida nos vaya alegrando el tiempo, sin ver la penosa herida de tan sufrido momento. G X Cantalapiedra. 31 – 1 – 2021.
Campesinos toledanos fundidos con sol y viento, hombres con paisajes planos que no perdieron aliento. Buscando las alboradas para labrar sus barbechos, y en las frías madrugadas tuvieron gestos bien hechos. Campesinos de labranzas que podaron los viñedos, entre rostros de templanzas sufrieron ciertos enredos. Esas llanuras manchegas que conocen los sudores, muchas veces se despliegan a ciertos trabajadores. Soledades toledanas sobre sus campos desiertos, sin ser sus costumbres vanas siempre buscaron aciertos. Hay caminos imposibles que corre por ellos viento, con zonas poco visibles donde queda sufrimiento. Soñar con grandes llanuras donde se pierde el paisaje, es conocer las diabluras de algún perdido linaje. Cuando la noche se acerca y están los campos gritando, la soledad es muy terca y dicen que va clamando. Las llanuras dan verdades que hacen grande la conciencia, la vida da falsedades que no las cura la ciencia. El tiempo se va volando, no precisa carretera, el viento viene gritando y a veces te desespera. No hay camino penitente que no tenga su calvario, y mucha posible gente que no sepa del salario. Campesinos de verdades cargados de sentimiento, que no quieren falsedades y temen el sufrimiento. Corren vientos toledanos que hacen nuevos pensamientos, donde dicen los cristianos que recuperan alientos. Esta pandemia maldita que deja campos desiertos, a veces el viento grita para recordar sus muertos. Esperemos que la vida nos vaya alegrando el tiempo, sin ver la penosa herida de tan sufrido momento. G X Cantalapiedra. 31 – 1 – 2021.