CORREN VIENTOS ESPECIALES
Hoy notamos muchas brisas que parecen especiales, aunque soñemos sonrisas que no resultan fatales. Caminamos entre sombras que nos dejan deprimidos, muchas cosas nos asombran si nos sentimos perdidos. Las brisas de las mañanas cuando el sol sigue escondido, nos parecen ser más sanas sin ver el futuro herido. Corren vientos especiales por las llanuras manchegas, estos tiempos son fatales incluso sin ser de siegas. Preguntando a los caminos preguntan los caminantes, si surgen los adivinos que quieren brillos constantes. Hay caminos en La Mancha repletos de confusiones, donde la pena te engancha en multitud de ocasiones. Corren los vientos del norte con sus fríos temerosos, a veces son el resorte de labradores airosos. En La Mancha toledana con sus preciosos viñedos, se siente cualquier mañana esos vientos orgullosos. Noches de vientos forzudos que dejan pueblos desiertos, la pandemia traza nudos para llevarse a sus muertos. Estos tiempos doloridos, con las ventanas cerradas, son los sueños deprimidos con muchas casas bloqueadas. Familias que van llorando las desgracias más penosas, el viento sigue marcando ciertas horas temblorosas. Corren vientos por las calles con sus sonidos latentes, su fuerza tiene detalles de buscarse penitentes. No sirve mirar al cielo, ni predicar las dulzuras, tan solo vale el consuelo que anula las amarguras. Nadie se siente contento ni busca frases altivas, este tiempo rompe aliento con sus fuerzas negativas. Las noches tienen paciencia para muchos labradores, que no quieren ver la ciencia ni quieren saber de horrores. El mañana nos motiva para seguir adelante, en la conciencia se activa como si fuera un sedante. La Mancha rompe complejos estos días invernales, que no quieren ver reflejos ni preguntas infernales, G X Cantalapiedra. 12 – 2 – 2021.
Hoy notamos muchas brisas que parecen especiales, aunque soñemos sonrisas que no resultan fatales. Caminamos entre sombras que nos dejan deprimidos, muchas cosas nos asombran si nos sentimos perdidos. Las brisas de las mañanas cuando el sol sigue escondido, nos parecen ser más sanas sin ver el futuro herido. Corren vientos especiales por las llanuras manchegas, estos tiempos son fatales incluso sin ser de siegas. Preguntando a los caminos preguntan los caminantes, si surgen los adivinos que quieren brillos constantes. Hay caminos en La Mancha repletos de confusiones, donde la pena te engancha en multitud de ocasiones. Corren los vientos del norte con sus fríos temerosos, a veces son el resorte de labradores airosos. En La Mancha toledana con sus preciosos viñedos, se siente cualquier mañana esos vientos orgullosos. Noches de vientos forzudos que dejan pueblos desiertos, la pandemia traza nudos para llevarse a sus muertos. Estos tiempos doloridos, con las ventanas cerradas, son los sueños deprimidos con muchas casas bloqueadas. Familias que van llorando las desgracias más penosas, el viento sigue marcando ciertas horas temblorosas. Corren vientos por las calles con sus sonidos latentes, su fuerza tiene detalles de buscarse penitentes. No sirve mirar al cielo, ni predicar las dulzuras, tan solo vale el consuelo que anula las amarguras. Nadie se siente contento ni busca frases altivas, este tiempo rompe aliento con sus fuerzas negativas. Las noches tienen paciencia para muchos labradores, que no quieren ver la ciencia ni quieren saber de horrores. El mañana nos motiva para seguir adelante, en la conciencia se activa como si fuera un sedante. La Mancha rompe complejos estos días invernales, que no quieren ver reflejos ni preguntas infernales, G X Cantalapiedra. 12 – 2 – 2021.