VIENTOS DE MARZO POR LA MANCHA
Vientos que dejan sus huellas
como malos penitentes,
pudieran ser las centellas
que las temen muchas gentes.
Corren por esos caminos
donde se pierde el olvido,
y no vale buscar vinos
ni ver el alma afligido.
Vientos que arrastran pesares
en las tardes invernales,
donde siguen los hogares
entre momentos fatales.
La pandemia no se marcha
de estas tierras naturales,
que todos llaman La Mancha
aunque corran vendavales.
Vientos que rompen caricias
en las noches temerosas,
sin saber que son delicias
dejan horas horrorosas.
Vendavales de los vientos
con fuerzas que son muy brutas,
parecen robar alientos
entre ráfagas astutas.
Los campos lo van sintiendo
entre sufridos silbidos,
el viento llega corriendo
dejando sueños heridos.
Las madrugadas padecen
esos sonidos diversos,
donde las dudas se crecen
y temen daños dispersos.
Con la razón de testigo
y la conciencia brillando,
el viento nunca es amigo
del que suda trabajando.
G X Cantalapiedra.
Vientos que dejan sus huellas
como malos penitentes,
pudieran ser las centellas
que las temen muchas gentes.
Corren por esos caminos
donde se pierde el olvido,
y no vale buscar vinos
ni ver el alma afligido.
Vientos que arrastran pesares
en las tardes invernales,
donde siguen los hogares
entre momentos fatales.
La pandemia no se marcha
de estas tierras naturales,
que todos llaman La Mancha
aunque corran vendavales.
Vientos que rompen caricias
en las noches temerosas,
sin saber que son delicias
dejan horas horrorosas.
Vendavales de los vientos
con fuerzas que son muy brutas,
parecen robar alientos
entre ráfagas astutas.
Los campos lo van sintiendo
entre sufridos silbidos,
el viento llega corriendo
dejando sueños heridos.
Las madrugadas padecen
esos sonidos diversos,
donde las dudas se crecen
y temen daños dispersos.
Con la razón de testigo
y la conciencia brillando,
el viento nunca es amigo
del que suda trabajando.
G X Cantalapiedra.