CUANDO TE HIERBE LA SANGRE
Cuando divisas promesas que se quedan en el aire, sin querer hallar sorpresas notas algunos desaires. Vas conociendo a la gente, ves muchos raros contrastes, y conoces el ambiente sin vivir ciertos debates. Cuando te hierbe la sangre de ver tanto fariseo, todo te parece en balde al no buscar más consuelo. Hablan de caminos rotos, sueñan con grandes imperios, se montan sus alborotos y quieren dejar misterios. Te callas las injusticias, no quieres juguetes rotos, ni buscas ciertas delicias ni montes que tengan cotos. Vives pensando el pasado, con sus mentiras flotando, y ves cómo sigue anclado la dignidad del honrado. Estamos viendo palabras que el viento las va borrando, a veces parecen arras que quieren verte alejando. Cuando te hierbe la sangre sin sentirte un renegado, ya no quieres ver el hambre que rondará a el jubilado. Solo la luz de la Luna es un momento encantado, ya no sueñas con fortuna ni con verte enamorado. Puedes recorrer La Mancha, puedes verte ilusionado, más no quieres ver tan ancha la sombra de algún pecado. Cuando se pasa la vida si eres hombre castigado, esperas con frente erguida seguir un rumbo soñado. Las frases que nos dijeron sus consignas se han borrado, quizá mucho nos mintieron al ver nuestro mundo anclado. Como justos penitentes, con la procesión andando, nos van mirando las gentes en nuestro mundo pensando. No sé dónde va la vida, ni quiero ver llanto amargo, en cualquiera despedida el camino se hace largo. Caminamos en tinieblas, sin conocer ni un halago, dicen que existen las nieblas que pueden darte un mal trago. Los caminos al infierno, no son destinos preciados, los calores en invierno te dejan pasos dañados. Cuanto te hierbe la sangre, si te sientes ciudadano, que no te parezca en balde reclamar por un anciano. Todo se pasa en la vida, la muerte sigue esperando, la noche no está perdida el diablo vive esperando. G X Cantalapiedra.
Cuando divisas promesas que se quedan en el aire, sin querer hallar sorpresas notas algunos desaires. Vas conociendo a la gente, ves muchos raros contrastes, y conoces el ambiente sin vivir ciertos debates. Cuando te hierbe la sangre de ver tanto fariseo, todo te parece en balde al no buscar más consuelo. Hablan de caminos rotos, sueñan con grandes imperios, se montan sus alborotos y quieren dejar misterios. Te callas las injusticias, no quieres juguetes rotos, ni buscas ciertas delicias ni montes que tengan cotos. Vives pensando el pasado, con sus mentiras flotando, y ves cómo sigue anclado la dignidad del honrado. Estamos viendo palabras que el viento las va borrando, a veces parecen arras que quieren verte alejando. Cuando te hierbe la sangre sin sentirte un renegado, ya no quieres ver el hambre que rondará a el jubilado. Solo la luz de la Luna es un momento encantado, ya no sueñas con fortuna ni con verte enamorado. Puedes recorrer La Mancha, puedes verte ilusionado, más no quieres ver tan ancha la sombra de algún pecado. Cuando se pasa la vida si eres hombre castigado, esperas con frente erguida seguir un rumbo soñado. Las frases que nos dijeron sus consignas se han borrado, quizá mucho nos mintieron al ver nuestro mundo anclado. Como justos penitentes, con la procesión andando, nos van mirando las gentes en nuestro mundo pensando. No sé dónde va la vida, ni quiero ver llanto amargo, en cualquiera despedida el camino se hace largo. Caminamos en tinieblas, sin conocer ni un halago, dicen que existen las nieblas que pueden darte un mal trago. Los caminos al infierno, no son destinos preciados, los calores en invierno te dejan pasos dañados. Cuanto te hierbe la sangre, si te sientes ciudadano, que no te parezca en balde reclamar por un anciano. Todo se pasa en la vida, la muerte sigue esperando, la noche no está perdida el diablo vive esperando. G X Cantalapiedra.