ENTRE LAMENTOS MANCHEGOS
Me comentaron un día en las tierras toledanas, que puedes ver alegría en las más frías mañanas. Tengo recuerdos guardados que son puras tradiciones, con momentos ilustrados que no dejan confusiones. Lamentos de la pandemia que fue dejando sus muertos, que muchos llaman tragedia en sus minutos inciertos. Quisiera parar el viento para no sufrir sus huellas, estos tiempos de tormento te hacen mirar las estrellas. Sobre los campos mirando las soledades eternas, donde la Luna brillando sientes que tiemblan tus piernas. Estos tiempos de pandemia con la muerte cabalgando, son la terrible epidemia que nos deja suplicando. Entre lamentos manchegos y palabras endiabladas, a veces existen ruegos en las noches desoladas. Cuando las tardes terminan y la noche esta empezada, muchas penas se cocinan en la mesa marginada. No vale sentirse enfermo ni buscar la encrucijada, el amor puede ser tierno si la razón es buscada. Cuando sobran los lamentos, cuando la noche es templada, nadie quiere sufrimientos sobre su casa cuidada. Llorar no te da razones cuando la muerte te llama, la mente busca perdones que solo el tiempo reclama. Ayer sentí que la noche muy deprisa nos llegaba, sin poderla poner broche la vida me encandilaba. Cuando sobran las pasiones en las noches dislocadas, puedes buscar soluciones en personas olvidadas. No busques nuevos lamentos, la vida todo lo aplaca, son buenos los sentimientos que la salud hoy destaca. Andar por viejos caminos, querer lograr tu butaca, sin saber si tienes signos que a cualquier humano ataca. No me vengas con más cuentos, no me ofrezcas tus tardanzas, no quiero perder alientos entre tus penosas danzas. G X Cantalapiedra.
Me comentaron un día en las tierras toledanas, que puedes ver alegría en las más frías mañanas. Tengo recuerdos guardados que son puras tradiciones, con momentos ilustrados que no dejan confusiones. Lamentos de la pandemia que fue dejando sus muertos, que muchos llaman tragedia en sus minutos inciertos. Quisiera parar el viento para no sufrir sus huellas, estos tiempos de tormento te hacen mirar las estrellas. Sobre los campos mirando las soledades eternas, donde la Luna brillando sientes que tiemblan tus piernas. Estos tiempos de pandemia con la muerte cabalgando, son la terrible epidemia que nos deja suplicando. Entre lamentos manchegos y palabras endiabladas, a veces existen ruegos en las noches desoladas. Cuando las tardes terminan y la noche esta empezada, muchas penas se cocinan en la mesa marginada. No vale sentirse enfermo ni buscar la encrucijada, el amor puede ser tierno si la razón es buscada. Cuando sobran los lamentos, cuando la noche es templada, nadie quiere sufrimientos sobre su casa cuidada. Llorar no te da razones cuando la muerte te llama, la mente busca perdones que solo el tiempo reclama. Ayer sentí que la noche muy deprisa nos llegaba, sin poderla poner broche la vida me encandilaba. Cuando sobran las pasiones en las noches dislocadas, puedes buscar soluciones en personas olvidadas. No busques nuevos lamentos, la vida todo lo aplaca, son buenos los sentimientos que la salud hoy destaca. Andar por viejos caminos, querer lograr tu butaca, sin saber si tienes signos que a cualquier humano ataca. No me vengas con más cuentos, no me ofrezcas tus tardanzas, no quiero perder alientos entre tus penosas danzas. G X Cantalapiedra.