Y EL PADRE SE LAMENTABA
El hijo que fue estudiante su carrera la dejaba, buscando ser dios mediante la senda que idolatraba. Ser político gritando por los caminos de España, en su sueño fue logrando alguna razón extraña. Entre pretextos ruidosos camino con sus mentiras, sus momentos vanidosos le dejaron hecho tiras. Queriendo ser algo extraño para marcarse su vida, las palabras con engaño fueron su senda querida. La dignidad fue olvidando, dice que ya no se estila, su fama la fue ganando más su nombre guarda fila. El padre vive sintiendo el ardor de la codicia, el hijo sigue subiendo mientras sueña la avaricia. No quiso nunca que fuese un político en la fila, de buscar el vil dinero mientras su pueblo le enfila. Dudas que tiene ese padre de ver al hijo orgulloso, vive callada la madre al verle tan vanidoso. Las sombras van caminando, la dignidad es olvido, la conciencia va gritando al ver el honor fingido. Fue futuro prometiendo todo lleno de riquezas, la vida le fue diciendo no valen tantas torpezas. El padre se fue ocultando de las miserias expuestas, el pueblo se fue burlando de sufrir algunas cuestas. Una voz sabia decía, nos engañan sin complejos, ellos sueñan armonía de las que quedan muy lejos. El padre mirando al hijo le contaba sus leyendas, nada puede quedar fijo si al pueblo le pones vendas. Políticos salvadores de sus cuentos y leyendas, se pregonan ser señores llevando muy bien las riendas. No valen muchas mentiras ni ser siempre trafulleros, la vida cuando suspiras tiene signos traicioneros. No busques palabras dignas en sermones montañeros, las frases que son indignas se tapan con vil dinero. El mañana nos espera con promesas olvidadas, soñaremos primavera en etapas marginadas. Que no nos cuenten más cuentos, ni prediquen salvaciones, pueden romper los alientos con sus malas traducciones. Vivir esperando gloria en caminos penitentes, puedes ver alguna escoria donde tropiezan las gentes. G X Cantalapiedra.
El hijo que fue estudiante su carrera la dejaba, buscando ser dios mediante la senda que idolatraba. Ser político gritando por los caminos de España, en su sueño fue logrando alguna razón extraña. Entre pretextos ruidosos camino con sus mentiras, sus momentos vanidosos le dejaron hecho tiras. Queriendo ser algo extraño para marcarse su vida, las palabras con engaño fueron su senda querida. La dignidad fue olvidando, dice que ya no se estila, su fama la fue ganando más su nombre guarda fila. El padre vive sintiendo el ardor de la codicia, el hijo sigue subiendo mientras sueña la avaricia. No quiso nunca que fuese un político en la fila, de buscar el vil dinero mientras su pueblo le enfila. Dudas que tiene ese padre de ver al hijo orgulloso, vive callada la madre al verle tan vanidoso. Las sombras van caminando, la dignidad es olvido, la conciencia va gritando al ver el honor fingido. Fue futuro prometiendo todo lleno de riquezas, la vida le fue diciendo no valen tantas torpezas. El padre se fue ocultando de las miserias expuestas, el pueblo se fue burlando de sufrir algunas cuestas. Una voz sabia decía, nos engañan sin complejos, ellos sueñan armonía de las que quedan muy lejos. El padre mirando al hijo le contaba sus leyendas, nada puede quedar fijo si al pueblo le pones vendas. Políticos salvadores de sus cuentos y leyendas, se pregonan ser señores llevando muy bien las riendas. No valen muchas mentiras ni ser siempre trafulleros, la vida cuando suspiras tiene signos traicioneros. No busques palabras dignas en sermones montañeros, las frases que son indignas se tapan con vil dinero. El mañana nos espera con promesas olvidadas, soñaremos primavera en etapas marginadas. Que no nos cuenten más cuentos, ni prediquen salvaciones, pueden romper los alientos con sus malas traducciones. Vivir esperando gloria en caminos penitentes, puedes ver alguna escoria donde tropiezan las gentes. G X Cantalapiedra.