CUANDO LOS LLANOS TE ENGANCHAN
Por caminos de La Mancha el niño dejo su pueblo, aunque al mirarlo le engancha y le recuerda aquel tiempo. Atrás quedaron los años, más nunca olvido su pueblo, fueron muchos los peldaños de aquel tan penoso tiempo. Sin olvidar los caminos, sin borrarse los senderos, recordando algunos signos entre sueños pasajeros. La vida le fue marcando como un hombre fiel y austero, sin pensar en ir dejando sus pasos de aventurero. La Mancha siempre en su mente, como el más fiel compañero, en cualquier bonito ambiente trazó línea al trafullero. Las noches fueron camino de sus andanzas y ruegos, como cualquier peregrino fue guardando muchos pliegos. En su mente fue quedando los paisajes de su pueblo, el tiempo le fue dejando temblores de su recuerdo. Regresó tarde a La Mancha, quiso pisar en su pueblo, en su conciencia se engancha los trabajos de aquel tiempo. Pisando sobre las calles donde anduvo de pequeño, quiso recordar detalles de ser un niño risueño. Los años les fue contando, entre sufridos momentos, sus sueños fueron flotando y a la vez sus sentimientos. Pisar de nuevo La Mancha, recordar los tiempos viejos, en su memoria se ensancha ciertos motivos complejos. Siendo niño se marchaba, arrastrando malos vientos, el camino que llevaba le dotó de más alientos. Miró de frente los llanos, La Mancha da sentimientos, sobre la mente los planos de un tiempo de fuertes vientos. Quiso volver a su casa, tan solo encontró silencio, sobre su cerebro amasa algún rato de desprecio. El recordar siempre marca, ya se lo dijo su abuelo, la pena siempre te embarca en lograr coger un vuelo. No vale llorar deprisa, ni gritar por un consuelo, veras llegar esa brisa que pone su fuerte velo. El mañana da sonrisa, si vives sobre tu suelo, mucha memoria se eclipsa cuando miramos al cielo. El pasado queda serio, el mañana ves incierto, la vida tiene el misterio de no buscar el siniestro. La Mancha como testigo, cuando miramos al cielo, la vida no es un castigo si puedes lograr tu vuelo. Caminantes de La Mancha, hombres duros con sus sueños, el pisar allí te engancha aunque no abraces empeños. G X Cantalapiedra.
Por caminos de La Mancha el niño dejo su pueblo, aunque al mirarlo le engancha y le recuerda aquel tiempo. Atrás quedaron los años, más nunca olvido su pueblo, fueron muchos los peldaños de aquel tan penoso tiempo. Sin olvidar los caminos, sin borrarse los senderos, recordando algunos signos entre sueños pasajeros. La vida le fue marcando como un hombre fiel y austero, sin pensar en ir dejando sus pasos de aventurero. La Mancha siempre en su mente, como el más fiel compañero, en cualquier bonito ambiente trazó línea al trafullero. Las noches fueron camino de sus andanzas y ruegos, como cualquier peregrino fue guardando muchos pliegos. En su mente fue quedando los paisajes de su pueblo, el tiempo le fue dejando temblores de su recuerdo. Regresó tarde a La Mancha, quiso pisar en su pueblo, en su conciencia se engancha los trabajos de aquel tiempo. Pisando sobre las calles donde anduvo de pequeño, quiso recordar detalles de ser un niño risueño. Los años les fue contando, entre sufridos momentos, sus sueños fueron flotando y a la vez sus sentimientos. Pisar de nuevo La Mancha, recordar los tiempos viejos, en su memoria se ensancha ciertos motivos complejos. Siendo niño se marchaba, arrastrando malos vientos, el camino que llevaba le dotó de más alientos. Miró de frente los llanos, La Mancha da sentimientos, sobre la mente los planos de un tiempo de fuertes vientos. Quiso volver a su casa, tan solo encontró silencio, sobre su cerebro amasa algún rato de desprecio. El recordar siempre marca, ya se lo dijo su abuelo, la pena siempre te embarca en lograr coger un vuelo. No vale llorar deprisa, ni gritar por un consuelo, veras llegar esa brisa que pone su fuerte velo. El mañana da sonrisa, si vives sobre tu suelo, mucha memoria se eclipsa cuando miramos al cielo. El pasado queda serio, el mañana ves incierto, la vida tiene el misterio de no buscar el siniestro. La Mancha como testigo, cuando miramos al cielo, la vida no es un castigo si puedes lograr tu vuelo. Caminantes de La Mancha, hombres duros con sus sueños, el pisar allí te engancha aunque no abraces empeños. G X Cantalapiedra.