LAS ROSAS DEL MES DE MAYO
Sobre los campos manchegos las flores brillan dichosas,
en estos tiempos de riegos se ven gozosas las rosas.
Hay rosas del mes de mayo que tienen grandes espinas,
algunas sin ver desmayo brillan en muchas colinas.
Rosas que marcan pasiones con sus olores hermosos,
sus hojas tienen razones de momentos vanidosos.
Las rosas vienen dejando sus pasiones naturales,
mientras las vemos brillando entre dones especiales.
Mayo tiene muchas flores que deslumbran con cariño,
donde se notan amores que los vives desde niño.
Hay rosas en los rosales que quieren ser permanentes,
sus olores naturales los envidian muchas gentes.
En los jardines manchegos las rosas son elegidas,
sin conocer bien sus riegos se las nota siempre erguidas.
La Mancha va conociendo esas rosas encantadas,
que a veces las ves creciendo día a día en tus miradas.
Rosas de tallos y espinas que alegran muchos senderos,
flores en muchas esquinas con sueños aventureros.
Buscar flores en La Mancha sin ser nunca jardinero,
es conocer la avalancha que nos deja el vil dinero.
Rosas que llegan brillando con colores altaneros,
el viento las va forzando por esos llanos austeros.
Envidian las amapolas a las Rosas de La Mancha,
Los cereales hacen olas que hasta la tierra se ensancha.
Rosas que siguen brillando en las frescas alboradas,
su candor sigue esperando en ciertas horas soñadas.
G X Cantalapiedra.
Sobre los campos manchegos las flores brillan dichosas,
en estos tiempos de riegos se ven gozosas las rosas.
Hay rosas del mes de mayo que tienen grandes espinas,
algunas sin ver desmayo brillan en muchas colinas.
Rosas que marcan pasiones con sus olores hermosos,
sus hojas tienen razones de momentos vanidosos.
Las rosas vienen dejando sus pasiones naturales,
mientras las vemos brillando entre dones especiales.
Mayo tiene muchas flores que deslumbran con cariño,
donde se notan amores que los vives desde niño.
Hay rosas en los rosales que quieren ser permanentes,
sus olores naturales los envidian muchas gentes.
En los jardines manchegos las rosas son elegidas,
sin conocer bien sus riegos se las nota siempre erguidas.
La Mancha va conociendo esas rosas encantadas,
que a veces las ves creciendo día a día en tus miradas.
Rosas de tallos y espinas que alegran muchos senderos,
flores en muchas esquinas con sueños aventureros.
Buscar flores en La Mancha sin ser nunca jardinero,
es conocer la avalancha que nos deja el vil dinero.
Rosas que llegan brillando con colores altaneros,
el viento las va forzando por esos llanos austeros.
Envidian las amapolas a las Rosas de La Mancha,
Los cereales hacen olas que hasta la tierra se ensancha.
Rosas que siguen brillando en las frescas alboradas,
su candor sigue esperando en ciertas horas soñadas.
G X Cantalapiedra.