14 – 2 – 2022
TIEMPOS FRÍOS
Esta tarde sentí el frio sobre mi cuerpo, y de pronto me acorde, de los años de mi infancia, donde con poca ropa y sin apenas parar ni un momento quieta, entraba en calor, saltando a la cuerda o pegando brincos con las amigas. Eran tiempos difíciles, no teníamos agua corriente en las casas, ni calefacción, ni medios económicos para tener buenas ropas en la cama, por ejemplo, un buen edredón. Aunque esta tarde andando por La Gran Vía de Madrid, he visto alguna persona tirada en el suelo, entre cartones y ropas viejas, y los peatones sin inmutarnos. De momento lo piensas, en que sociedad vivimos, que poca solidaridad tenemos, ni siquiera los miramos al pasar delante de ellos, aunque sean gente quizá de otros países, Son tantos los que andan tirados por el suelo, que ya pasamos de largo, sin apenas pensar en dichos dramas. Que parece que en estos días de frío se dejan notar mucho más. Es lamentable esta situación, de muchas personas que pasan estas calamidades, en una sociedad tan acomodada, donde debieran tener por lo menos un lugar cerrado, donde poder dormir sin ese frío actual. Me agradaría que por lo menos se les abriera alguna nave o local grande, para darlos un poco de protección humanitaria por las noches, para que no se murieran de frío, incluso en el Centro de la capital de España.
ROSARIO FAJARDO BLANCO.
TIEMPOS FRÍOS
Esta tarde sentí el frio sobre mi cuerpo, y de pronto me acorde, de los años de mi infancia, donde con poca ropa y sin apenas parar ni un momento quieta, entraba en calor, saltando a la cuerda o pegando brincos con las amigas. Eran tiempos difíciles, no teníamos agua corriente en las casas, ni calefacción, ni medios económicos para tener buenas ropas en la cama, por ejemplo, un buen edredón. Aunque esta tarde andando por La Gran Vía de Madrid, he visto alguna persona tirada en el suelo, entre cartones y ropas viejas, y los peatones sin inmutarnos. De momento lo piensas, en que sociedad vivimos, que poca solidaridad tenemos, ni siquiera los miramos al pasar delante de ellos, aunque sean gente quizá de otros países, Son tantos los que andan tirados por el suelo, que ya pasamos de largo, sin apenas pensar en dichos dramas. Que parece que en estos días de frío se dejan notar mucho más. Es lamentable esta situación, de muchas personas que pasan estas calamidades, en una sociedad tan acomodada, donde debieran tener por lo menos un lugar cerrado, donde poder dormir sin ese frío actual. Me agradaría que por lo menos se les abriera alguna nave o local grande, para darlos un poco de protección humanitaria por las noches, para que no se murieran de frío, incluso en el Centro de la capital de España.
ROSARIO FAJARDO BLANCO.