25 -10 - 2022
EL ZAGALILLO VALIENTE
Era el año de mil novecientos cuatro, en el mes de julio, cuando aquella noche tenebrosa, de tormenta nocturna en las llanuras manchegas toledanas, cuando el zagalillo se quedó al cuidado de esa piara de ovejas, digamos unas trescientas, y sus respectivos corderos, el pastor tuvo que acudir a su casa por causas familiares, y el zagalillo con solo trece años, y sus perros labradores, cuidaban de aquel rebaño en esas llanuras cerca del Río Alcardete, La tormenta adelanto la oscuridad, y los rayos con sus respectivos truenos eran cada vez más grandes, el zagalillo se crecía ante las adversidades, en su familia eran muchos hermanos, y tenían que salir a buscar el pan de cada día, siendo su infancia dura y responsable, casi todas las noches dormían el pastor y el zagalillo, al lado de su rebaño, cuidando que no se sobrepasaran las fincas sin segar o viñas en pleno auge de madurar la uvas, el rebaño pernoctaba en algún rastrojo, y la madrugada era aprovechada para ordeñar las ovejas, que después el zagalillo con su burro, llevarían las cantaras de leche a la quesería del pueblo, Más aquella tarde noche en las llanuras manchegas, se veían los rayos avanzando hasta donde se encontraba el rebaño, el zagalillo pensaba en su pastor, que se daría cuenta y vendría enseguida, pero no fue así, un familiar muy allegado al pastor fallecía aquella noche de tormenta, y el zagalillo aguanto aquella tormenta de granizo y agua, en la soledad que le daba la noche aquella, los perros estaban asustados, alrededor del zagalillo, más sacando fuerza de voluntad, mantuvo a su rebaño unido sin causar destrozo a ningún lindero, La noche fue dura, su pequeña manta calada, era colocada sobre unas cepas próximas a donde el estaba con su rebaño, y sin dejarse de mover para no quedarse frío, manteniendo su cuerpo erguido y lleno de vitalidad, en la madrugada aquella, el pastor llego hasta donde estaba su rebaño, y comentando al zagalillo su problema, empezaron a ordeñar a todas las ovejas de aquella piara.
ROSARIO FAJARDO BLANCO.
EL ZAGALILLO VALIENTE
Era el año de mil novecientos cuatro, en el mes de julio, cuando aquella noche tenebrosa, de tormenta nocturna en las llanuras manchegas toledanas, cuando el zagalillo se quedó al cuidado de esa piara de ovejas, digamos unas trescientas, y sus respectivos corderos, el pastor tuvo que acudir a su casa por causas familiares, y el zagalillo con solo trece años, y sus perros labradores, cuidaban de aquel rebaño en esas llanuras cerca del Río Alcardete, La tormenta adelanto la oscuridad, y los rayos con sus respectivos truenos eran cada vez más grandes, el zagalillo se crecía ante las adversidades, en su familia eran muchos hermanos, y tenían que salir a buscar el pan de cada día, siendo su infancia dura y responsable, casi todas las noches dormían el pastor y el zagalillo, al lado de su rebaño, cuidando que no se sobrepasaran las fincas sin segar o viñas en pleno auge de madurar la uvas, el rebaño pernoctaba en algún rastrojo, y la madrugada era aprovechada para ordeñar las ovejas, que después el zagalillo con su burro, llevarían las cantaras de leche a la quesería del pueblo, Más aquella tarde noche en las llanuras manchegas, se veían los rayos avanzando hasta donde se encontraba el rebaño, el zagalillo pensaba en su pastor, que se daría cuenta y vendría enseguida, pero no fue así, un familiar muy allegado al pastor fallecía aquella noche de tormenta, y el zagalillo aguanto aquella tormenta de granizo y agua, en la soledad que le daba la noche aquella, los perros estaban asustados, alrededor del zagalillo, más sacando fuerza de voluntad, mantuvo a su rebaño unido sin causar destrozo a ningún lindero, La noche fue dura, su pequeña manta calada, era colocada sobre unas cepas próximas a donde el estaba con su rebaño, y sin dejarse de mover para no quedarse frío, manteniendo su cuerpo erguido y lleno de vitalidad, en la madrugada aquella, el pastor llego hasta donde estaba su rebaño, y comentando al zagalillo su problema, empezaron a ordeñar a todas las ovejas de aquella piara.
ROSARIO FAJARDO BLANCO.