DÍA -6 – 11 – 2022:
LA PAZ DEL VIAJE HACIA LO DESCONOCIDO:
El quinto sobre es el que más me pesa, porque todo lo que llevó en la mochila lo necesito, no me puedo desprenderme de nada más, lo primero que arrojé por la ventanilla del tren fue el sobre de sentirme culpable por todo, el segundo sobre el de los fracasos, el tercero el de saber decir a tiempo, NO, el cuarto, lo tenía en mis recuerdos desde niña cuando vi maltratar a una amiga, la verdad es qué me siento muy aliviada, llevando menos carga, por mucho que me pase en este viajé no será nada comparado con lo pasado, la vida pasa muy deprisa es como un tren de alta velocidad, que quizá no para en alguna estación, no podemos elegir, en el viaje conocemos a muchas personas, todos vamos al mismo destino, este tren tiene varias paradas, cuando suben nos alegramos, pero cuando nos hacemos amigos, se tiene que bajar y eso nos entristece, porque nunca sabemos cuando nos tocara a nosotros, el tren cada vez va más deprisa, apenas distingo las estaciones, por mucho que me esfuerzo no consigo entender los letreros, esto quiere decir que no se dónde me encuentro, lo único que tengo es mi mochila, la aprieto contra mi pecho, cierro los ojos y me refugio en mis recuerdo, hasta que llegue a mi destino. y pueda encontrarme con todos los que me precedieron.
ROSARIO FAJARDO BLANCO.
LA PAZ DEL VIAJE HACIA LO DESCONOCIDO:
El quinto sobre es el que más me pesa, porque todo lo que llevó en la mochila lo necesito, no me puedo desprenderme de nada más, lo primero que arrojé por la ventanilla del tren fue el sobre de sentirme culpable por todo, el segundo sobre el de los fracasos, el tercero el de saber decir a tiempo, NO, el cuarto, lo tenía en mis recuerdos desde niña cuando vi maltratar a una amiga, la verdad es qué me siento muy aliviada, llevando menos carga, por mucho que me pase en este viajé no será nada comparado con lo pasado, la vida pasa muy deprisa es como un tren de alta velocidad, que quizá no para en alguna estación, no podemos elegir, en el viaje conocemos a muchas personas, todos vamos al mismo destino, este tren tiene varias paradas, cuando suben nos alegramos, pero cuando nos hacemos amigos, se tiene que bajar y eso nos entristece, porque nunca sabemos cuando nos tocara a nosotros, el tren cada vez va más deprisa, apenas distingo las estaciones, por mucho que me esfuerzo no consigo entender los letreros, esto quiere decir que no se dónde me encuentro, lo único que tengo es mi mochila, la aprieto contra mi pecho, cierro los ojos y me refugio en mis recuerdo, hasta que llegue a mi destino. y pueda encontrarme con todos los que me precedieron.
ROSARIO FAJARDO BLANCO.