DÍA – 18- 11 – 2022:
MORIR DE AMOR:
Anita y Antonio, vivían en un pueblo de La Mancha muy pequeño, donde todos los vecinos se conocían, estos dos niños desde pequeños eran inseparables, todas las mañanas Antonio para ir al colegio pasaba por la puerta de Anita para ir juntos, en el mismo día hicieron la primera comunión, después la confirmación, a pesar de que él era un año mayor que Anita, Antonio nunca quiso pasar de curso para estar a su lado, al hacerse mayores, Antonio no veía futuro en el pueblo, le comentó a su novia Anita, que quería irse para Madrid, para buscarse un trabajo en esa ciudad, para poder formar su familia con ella, Anita no estaba muy conforme con dicha iniciativa, Pero Antonio la convenció diciendo que pronto vendría a buscarla para seguir juntos hasta la eternidad. Anita le creyó, no tenía ningún motivo para dudar de él, al principio de su marcha la escribía, pero pasados unos meses se fue distanciando la correspondencia. Aunque una vez vino a verla, pero un poco frío, y sin comentar que estaba en Madrid saliendo con otra mujer, Anita solo vivía pensando en su vuelta, o una carta con alguna explicación. Anita sabía que se encontraba bien de salud por la familia de Antonio. Hasta que un mal día una amiga la comentó que Antonio estaba en el pueblo, y que se había casado, estando en dicho pueblo con su reciente esposa. La amiga la dijo, arréglate, que nos vamos a dar un paseo para que este hombre se dé cuenta de lo que ha perdido, no te merece, ni es digno de ti, olvídale. Anita no podía dar crédito aquel comentario de su amiga, era una traición a toda su vida, guardando su ausencia y su amor para ese hombre que la traiciono sin corazón. Desde ese momento Anita se negó a salir de su casa, y cayo enferma de tristeza y desengaño, muriendo a los pocos meses en plena juventud, Las gentes de aquel pueblo manchego comentaron, “verdaderamente se puede morir de amor, ojalá reciba el castigo de su traición. Antonio”.
ROSARIO FAJARDO BLANCO
MORIR DE AMOR:
Anita y Antonio, vivían en un pueblo de La Mancha muy pequeño, donde todos los vecinos se conocían, estos dos niños desde pequeños eran inseparables, todas las mañanas Antonio para ir al colegio pasaba por la puerta de Anita para ir juntos, en el mismo día hicieron la primera comunión, después la confirmación, a pesar de que él era un año mayor que Anita, Antonio nunca quiso pasar de curso para estar a su lado, al hacerse mayores, Antonio no veía futuro en el pueblo, le comentó a su novia Anita, que quería irse para Madrid, para buscarse un trabajo en esa ciudad, para poder formar su familia con ella, Anita no estaba muy conforme con dicha iniciativa, Pero Antonio la convenció diciendo que pronto vendría a buscarla para seguir juntos hasta la eternidad. Anita le creyó, no tenía ningún motivo para dudar de él, al principio de su marcha la escribía, pero pasados unos meses se fue distanciando la correspondencia. Aunque una vez vino a verla, pero un poco frío, y sin comentar que estaba en Madrid saliendo con otra mujer, Anita solo vivía pensando en su vuelta, o una carta con alguna explicación. Anita sabía que se encontraba bien de salud por la familia de Antonio. Hasta que un mal día una amiga la comentó que Antonio estaba en el pueblo, y que se había casado, estando en dicho pueblo con su reciente esposa. La amiga la dijo, arréglate, que nos vamos a dar un paseo para que este hombre se dé cuenta de lo que ha perdido, no te merece, ni es digno de ti, olvídale. Anita no podía dar crédito aquel comentario de su amiga, era una traición a toda su vida, guardando su ausencia y su amor para ese hombre que la traiciono sin corazón. Desde ese momento Anita se negó a salir de su casa, y cayo enferma de tristeza y desengaño, muriendo a los pocos meses en plena juventud, Las gentes de aquel pueblo manchego comentaron, “verdaderamente se puede morir de amor, ojalá reciba el castigo de su traición. Antonio”.
ROSARIO FAJARDO BLANCO