14 – 12 – 2022:
LA LLUVIA EN LA MANCHA
Aun recuerdo en mi infancia como en estas épocas de otoño llovía a menudo, Mis padres les parecía formidable estas lluvias otoñales, que para ellos era como la salvación de las futuras cosechas, aunque estos días no podían salir al campo a trabajar, por estar todo el terreno medio inundado, solamente me acuerdo de que pasaban el día haciendo algún trabajo en sus herramientas de la agricultura, y en los apeos de labranza, que más tarde usarían, Las niñas veíamos como los padres desde la puerta de casa, miraban a las nubes pasajeras que descargaban su lluvia. Y decían en voz alta. Hoy es un día de no poder salir a pisar en el campo. Las niñas que íbamos a la escuela a veces si lo entendíamos, aunque al ser demasiado infantiles no predecíamos que eran días de no ganar el salario, o como se decía entonces, no podremos ganar el jornal. Aunque así y todo comíamos en familia lo que mi madre tuviera en la despensa, a veces el cocido pobre de aquella época. Que siempre era muy socorrido. Son recuerdos que seguramente conservamos muchas personas de aquel tiempo, donde el sobrevivir era lo más normal. Hoy en día es muy diferente, la agricultura está mecanizada, y los trabajos de aquella época parecen más suaves, Aunque escuche una vez en la ciudad de Madrid decir a una persona bastante culta que. Las dos Castillas crían hombres, pero los gastan.
ROSARIO FAJARDO BLANCO.
LA LLUVIA EN LA MANCHA
Aun recuerdo en mi infancia como en estas épocas de otoño llovía a menudo, Mis padres les parecía formidable estas lluvias otoñales, que para ellos era como la salvación de las futuras cosechas, aunque estos días no podían salir al campo a trabajar, por estar todo el terreno medio inundado, solamente me acuerdo de que pasaban el día haciendo algún trabajo en sus herramientas de la agricultura, y en los apeos de labranza, que más tarde usarían, Las niñas veíamos como los padres desde la puerta de casa, miraban a las nubes pasajeras que descargaban su lluvia. Y decían en voz alta. Hoy es un día de no poder salir a pisar en el campo. Las niñas que íbamos a la escuela a veces si lo entendíamos, aunque al ser demasiado infantiles no predecíamos que eran días de no ganar el salario, o como se decía entonces, no podremos ganar el jornal. Aunque así y todo comíamos en familia lo que mi madre tuviera en la despensa, a veces el cocido pobre de aquella época. Que siempre era muy socorrido. Son recuerdos que seguramente conservamos muchas personas de aquel tiempo, donde el sobrevivir era lo más normal. Hoy en día es muy diferente, la agricultura está mecanizada, y los trabajos de aquella época parecen más suaves, Aunque escuche una vez en la ciudad de Madrid decir a una persona bastante culta que. Las dos Castillas crían hombres, pero los gastan.
ROSARIO FAJARDO BLANCO.