DÍA- 2 -4 -2023:
LAS CARRETERAS A TOPE:
En estos días de Semana Santa todos tendemos a salir de casa unos para desconectar del trabajo, otros para cambiar de aires, al parecer es cuando más nos movemos, la verdad es que con el tiempo que hemos tenido sin poder salir, por la pandemia estamos con muchísimas ganas de viajar. Se nota en nuestras calles que no hay tanto tráfico, a pesar de todo a Madrid, siempre vienen muchos turistas, entre otras cosas porque es una ciudad muy acogedora, nadie se siente forastero, y tiene mucho que ofrecer, en esta semana lo más importante son, las procesiones, los museos, teatros, o simplemente darse un paseo por sus parques, la Plaza Mayor, y la gastronomía tan variada y para todos los bolsillos, a pesar de todos sus encantos, en esta semana siento mucha nostalgia por no estar en mi pueblo, recuerdo como íbamos al cementerio rezando las cruces, y no nos perdíamos ninguna procesión en especial la del silencio, eso te imponía, a pesar de que no disponíamos de los medios de hoy nos reuníamos toda la familia, en casa de los abuelos para comer, me refiero al Viernes Santo ese día la comida era muy abundante, porque todos ayunábamos, no tomábamos ni agua, no se si era peor o mejor, pero nada que ver con lo de ahora, todo eso se te graba en la memoria para siempre, son cosas que no volverán entre otras cosas porque ya se han ido tus seres queridos.
ROSARIO FAJARDO BLANCO.
LAS CARRETERAS A TOPE:
En estos días de Semana Santa todos tendemos a salir de casa unos para desconectar del trabajo, otros para cambiar de aires, al parecer es cuando más nos movemos, la verdad es que con el tiempo que hemos tenido sin poder salir, por la pandemia estamos con muchísimas ganas de viajar. Se nota en nuestras calles que no hay tanto tráfico, a pesar de todo a Madrid, siempre vienen muchos turistas, entre otras cosas porque es una ciudad muy acogedora, nadie se siente forastero, y tiene mucho que ofrecer, en esta semana lo más importante son, las procesiones, los museos, teatros, o simplemente darse un paseo por sus parques, la Plaza Mayor, y la gastronomía tan variada y para todos los bolsillos, a pesar de todos sus encantos, en esta semana siento mucha nostalgia por no estar en mi pueblo, recuerdo como íbamos al cementerio rezando las cruces, y no nos perdíamos ninguna procesión en especial la del silencio, eso te imponía, a pesar de que no disponíamos de los medios de hoy nos reuníamos toda la familia, en casa de los abuelos para comer, me refiero al Viernes Santo ese día la comida era muy abundante, porque todos ayunábamos, no tomábamos ni agua, no se si era peor o mejor, pero nada que ver con lo de ahora, todo eso se te graba en la memoria para siempre, son cosas que no volverán entre otras cosas porque ya se han ido tus seres queridos.
ROSARIO FAJARDO BLANCO.