DÍA- 27 – 4 – 2023:
RECORDANDO A UNA PAREJA DE ANCIANOS:
Menchu y Felipe, se casarón nada más terminar la guerra civil española, los dos descendían de familias humildes, tuvieron cuatro hijas, nos podemos imaginar las dificultades que tuvieron que pasar para salir adelante, pero con muchísimos esfuerzos, lo consiguieron, ellos nunca disfrutaron de ninguna clase de vacaciones, toda su vida la dedicaron a trabajar muy duro, para que a sus hijas no les faltara de nada, y hasta consiguieron hacerse con unos terrenitos, para poder dejar de trabajar por un jornal, con el esfuerzo del matrimonio, tenían el sustento asegurado, este matrimonió estaban muy contentos pensando que a sus hijas les dejaban una pequeña herencia, como en el pueblo no tenían ningún futuro las hijas se fueron a la ciudad, estas hermanas siempre se llevaron muy bien, pasaron toda su juventud en la ciudad, el padre estaba muy orgulloso de sus hijas al ver lo unidas que estaban, pero aunque todo parecía que seguirían siempre unidas no fue así, Felipe falleció, Menchu vivía con las hijas, pero se daba cuenta de que ya no era lo mismo, le faltaba el apoyo de Felipe, y las hermanas empezaron a distanciarse, cuando Menchu falleció, todo fue a peor, la culpa como siempre la pequeña herencia, que los padres con tanto sacrificio y con tanto cariño pudieron reunir, fue la causa de que estas hermanas que siempre estuvieron tan unidas se distanciaran para siempre, una vez oí decir a una persona, que la única herencia que los padres tenían que dejar, era los ojos para llorar.
ROSARIO FAJARDO BLANCO
RECORDANDO A UNA PAREJA DE ANCIANOS:
Menchu y Felipe, se casarón nada más terminar la guerra civil española, los dos descendían de familias humildes, tuvieron cuatro hijas, nos podemos imaginar las dificultades que tuvieron que pasar para salir adelante, pero con muchísimos esfuerzos, lo consiguieron, ellos nunca disfrutaron de ninguna clase de vacaciones, toda su vida la dedicaron a trabajar muy duro, para que a sus hijas no les faltara de nada, y hasta consiguieron hacerse con unos terrenitos, para poder dejar de trabajar por un jornal, con el esfuerzo del matrimonio, tenían el sustento asegurado, este matrimonió estaban muy contentos pensando que a sus hijas les dejaban una pequeña herencia, como en el pueblo no tenían ningún futuro las hijas se fueron a la ciudad, estas hermanas siempre se llevaron muy bien, pasaron toda su juventud en la ciudad, el padre estaba muy orgulloso de sus hijas al ver lo unidas que estaban, pero aunque todo parecía que seguirían siempre unidas no fue así, Felipe falleció, Menchu vivía con las hijas, pero se daba cuenta de que ya no era lo mismo, le faltaba el apoyo de Felipe, y las hermanas empezaron a distanciarse, cuando Menchu falleció, todo fue a peor, la culpa como siempre la pequeña herencia, que los padres con tanto sacrificio y con tanto cariño pudieron reunir, fue la causa de que estas hermanas que siempre estuvieron tan unidas se distanciaran para siempre, una vez oí decir a una persona, que la única herencia que los padres tenían que dejar, era los ojos para llorar.
ROSARIO FAJARDO BLANCO