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AYER POR TIERRAS TOLEDANAS,
Ayer por tierras toledanas embozadas de vientos agoreros, hablando de las frías mañanas entendimos sus vinos y sus quiebros. Los viñedos que ayer fueron podando, como esclavos de un mundo de otro tiempo, es posible que fueran alegrando a las ráfagas tan fuertes de ese viento, Villanueva de Alcardete es un milagro, sus viñedos son frutos de los buenos, los sarmientos parecen despistados y sus llanos producen hoy sin frenos. En las grandes mesetas toledanas, cuando apenas parece que no hay viento, ves las tardes que no sufren condenas ni que quieren vivir el sufrimiento. Entre vinos espumosos nos sentimos inmigrantes que vienen de otros tiempos, en la tarde por fin nos convencimos como salen airosos los sarmientos. Las llanuras se ven más congeladas, entre ráfagas de viento medio helado, esas tardes que quieren ser mimadas es posible de ver suelo anhelado. Olores de sarmientos por sus calles, esperando podar todo en su. tiempo, las promesas por fin tienen detalles que jamás pronuncian que habrá viento, Toledanos orgullosos de su tierra, como humanos caminan silenciosos, sus cosechas se tienen en bodegas que pudieran hoy verlas vanidosos. Caminando entre casonas del pasado, como sombras de un tiempo que termina, es un pueblo que vive enamorado y su historia de lejos se perfila. Villanueva de Alcardete, tiene ritmo de sentir sus bodegas salvadoras, hubo un tiempo penoso con abismo donde dicen que hubo penas seductoras. Esta Mancha toledana de viñedos, con el alma miramos el camino, son felices los ratos con enredos que no temen sufrir un desatino. Ser manchego y sentirse toledano hay algunos de dicen ser los mismo, donde quiera que exista el ser humano es posible que se sueñe el consumismo. G X Cantalapiedra.
Ayer por tierras toledanas embozadas de vientos agoreros, hablando de las frías mañanas entendimos sus vinos y sus quiebros. Los viñedos que ayer fueron podando, como esclavos de un mundo de otro tiempo, es posible que fueran alegrando a las ráfagas tan fuertes de ese viento, Villanueva de Alcardete es un milagro, sus viñedos son frutos de los buenos, los sarmientos parecen despistados y sus llanos producen hoy sin frenos. En las grandes mesetas toledanas, cuando apenas parece que no hay viento, ves las tardes que no sufren condenas ni que quieren vivir el sufrimiento. Entre vinos espumosos nos sentimos inmigrantes que vienen de otros tiempos, en la tarde por fin nos convencimos como salen airosos los sarmientos. Las llanuras se ven más congeladas, entre ráfagas de viento medio helado, esas tardes que quieren ser mimadas es posible de ver suelo anhelado. Olores de sarmientos por sus calles, esperando podar todo en su. tiempo, las promesas por fin tienen detalles que jamás pronuncian que habrá viento, Toledanos orgullosos de su tierra, como humanos caminan silenciosos, sus cosechas se tienen en bodegas que pudieran hoy verlas vanidosos. Caminando entre casonas del pasado, como sombras de un tiempo que termina, es un pueblo que vive enamorado y su historia de lejos se perfila. Villanueva de Alcardete, tiene ritmo de sentir sus bodegas salvadoras, hubo un tiempo penoso con abismo donde dicen que hubo penas seductoras. Esta Mancha toledana de viñedos, con el alma miramos el camino, son felices los ratos con enredos que no temen sufrir un desatino. Ser manchego y sentirse toledano hay algunos de dicen ser los mismo, donde quiera que exista el ser humano es posible que se sueñe el consumismo. G X Cantalapiedra.